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lunes, 18 de enero de 2016

Caracter

                           
         
              ¿Que es la caridad?

Es un sentimiento íntimo, profundo y grande, que emana del amor fraternal elevado a su grado más culminante.
Es una manifestación espontánea de ternura que, brotando de lo más recóndito del alma, irradia como una blanca llama en torno de los seres a quienes presta auxilio, comunicándoles calor, vida, alegría y alumbrando su senda con celeste claridad.
Es el supremo goce del espíritu emancipado ya de las miserias terrenales; es la ambrosía que liban los ángeles en su mansión de gloria y que en la cárcel que llamamos tierra apenas conocemos sus pobres moradores.
Es el puesto más alto en el progreso espiritual, pues el que posee esta virtud sublime no sólo está redimido, sino que puede redimir a un mundo.
Aquí, en nuestra pequeñez, no podemos comprender la caridad nada más que en sus rudimentarios actos; una insignificante moneda de cobre que pongamos en la mano del infeliz menesteroso, nos parece una acción brillantísima. Un donativo corto, un socorro, un consejo o una expresión de cariño, nos hacen creernos, cuando los prodigamos, unos gigantes del bien, unos mensajeros de Dios, que sembramos la dicha en los humanos y pensamos que somos buenos y merecemos recompensa.
¿Es esto caridad? No; la verdadera caridad es la que apareja el sacrificio, la abnegación y muchas veces las lágrimas del sufrimiento moral y material que causan los ajenos infortunios; aquélla que se practica sin recordar que existe el Ser Omnipotente; que no piensa en recibir galardones ni espera aquí ni allá compensación.
La caridad es la más alta expresión de Amor; es el heroísmo de este sentimiento santo; con el mismo cuidado aparta a la inocente mariposa de la viva lumbre, que separa al ciego del abismo, cura al infeliz leproso y ampara al desvalido huérfano, que da su vida por defender un pueblo víctima del egoísmo y vasallaje, como se inmola en un patíbulo afrentoso, para legar a un mundo un código de leyes redentoras.
La caridad es humilde, modestísima, como que ignora ella misma su valer. Ella no enumera los beneficios, no anota sus actos; ejerce, solamente ejerce su misión santa sin que le rinda el cansancio jamás, sin que el número de los que reclaman su amparo le cause espanto, porque le impele el fuego purísimo en que se inflama; brota de sí esa potente luz. La caridad no es deber, la caridad es Amor.
¿Queréis un ser más caritativo que la madre? Ese cuidado, ese desvelo, ese afán de consolar, acariciar, educar, dirigir, vigilar y hacer buenos, y felices a sus hijos; de dar su vida en beneficio de ellos, de sufrir los martirios más crueles, los odios, las vejaciones, venganzas, desprecios, hambre, sed, que muchas veces tales tormentos cuesta el ser madre, y esto a menudo por unos seres ingratos.
Tormentos que se sufren sin esperanza de gloria, sin pensar en laureles; prefiriendo su perdición eterna (si este absurdo fuera realidad) por hacer la dicha de esos pedazos de su alma.
Ahora bien: preguntadle a esa débil mujer, si tanto trabajo no la rinde, si tales dolores no abaten su energía, si no siente decaimiento y extenuación y anhela poner término a su misión penosa, y os mirará con asombrados ojos, sin comprender vuestro egoísmo, pues concebir no puede que se sienta de otro modo; y aun si el mismo Dios bajara y le ordenara no amar a sus hijos, tal vez se declararía en rebelión.
Pues bien; ese amor, esa caridad de las madres, es la caridad que sienten las almas verdaderamente superiores; no como ellas, para los hijos solos de su cuerpo, sino para todos los seres que pueblan los mundos y que hermanos son, pues son hijos de Dios. Por eso vuelvo a repetir que la caridad es el grado más culminante de amor fraternal.
¿Hay verdadero amor de hermanos en la Tierra? Sabido es que no impera éste en la humanidad; sólo hay ensayos de afecto, remedios de amores, vislumbres de hermanía, aleteos de ternura, amagos de compasión y átomos de caridad.
Necesitamos amar, pero amar con vivo sentimiento; sacudir el egoísmo, avasallar el orgullo, dominar la soberbia, crucificar la carne con el dominio de nuestras bastardas pasiones.
Si no podemos aún, trabajemos poco a poco y en silencio; no alardeemos; no esperemos recompensas por ninguna buena obra ejecutada; no nos creamos mejor que los demás citándonos como modelo de virtudes que solamente están en embrión.
Procuremos elevarnos en alas del bien hasta que irradiemos como soles de Amor; igual que irradia Jesús, nuestro hermano celestial; el que cumple la divina ley, el que purificado ya de toda mancha, con abnegación sin límite, guiado de fraternal ternura, nos lleva a las regiones de la dicha por medio de la ciencia, el Amor y la caridad.

LOLA BALDONI

Extraído de la revista “La luz del Porvenir”, número 57, editada en Villena el 1 de mayo de 1909.


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¿Qué son las “Mancias” y demás “Artes Adivinatorias ”?

El Ser humano necesitó siempre creer en algo maravilloso y mágico, aunque sea en individuos que afirmen “leer el futuro” en las manos, en los posos del café, en la bola de cristal, en las hortalizas o en los astros.
Es evidente que en la actualidad existen  dos tendencias sociales bien definidas y diferenciadas: Una son las de las personas imbuidas en  una especie de corriente de credulidad colectiva en tantas magias, “Mancias”, adivinaciones, fe religiosa, rituales mágicos,  esoterismos, o  en lo que sea.  La otra es otra corriente  totalmente opuesta  como lo es el  ateísmo, agnosticismo, materialismo puro  e incredulidad en todo lo que no sea materia palpable, tangible y experimentable por la ciencia  empírica;  esta segunda corriente está ocasionada tanto por los absurdos  sostenimientos dogmáticos  de carácter religioso  y muchas veces irracional  que  determinados cultos y personas sostienen, como por la falta de respuestas íntimas  coherentes con la razón y la lógica que presentan estas religiones vacías de contenido y de esencia ,  así como  por tantos desengaños originados por los abundantes casos de mentiras, estafas o fraudes de personas que se dedican profesionalmente a engañar a los demás y a vivir a costa de la buena fe, la credulidad y hasta del fanatismo de otras personas.
Se ha entrado así de lleno en el campo de lo supersticioso, pues todas esas llamadas “Ciencias Ocultas”,  así como el Esoterismo , el Ocultismo  así como lo “Sobrenatural”, lo “Mágico” y el misterio, tan de moda, promulgan algunas verdades o verdades a medias, que mezclan con afirmaciones sin sentido, aunque bien aliñadas con  el correspondiente tinte de lo misterioso, que tienden a llenar el vacío que han ido dejado las religiones trasnochadas con sus rituales un tanto vacíos y sus  dogmas carentes de sentido, credibilidad  y su falta de sentido; llenas de fantasía, pero a veces lógicas ante tantos interrogantes y planteamientos que inquietan alguna vez a los seres humanos,  dando lugar  también con ello a esa otra corriente de agnosticismo  e incredulidad que han ido forjando con sus  particulares conceptos  de la Verdad  tan desfigurados y a veces tan  absurdos, de modo que en esta época de materialismo, estas cuestiones no contestadas o emborronadas han abonado  la incredulidad y al ateísmo.
Sería injusto  y erróneo no reconocer que, en el extremo opuesto,  también hay personas dotadas de ciertas capacidades psíquicas, capaces de  poder “ver”  o presentir el futuro individual o colectivo a grandes rasgos poco matizados, aunque los realmente dotados de percepción o conocimiento paranormal, hay que reconocer que son los menos, aunque esto no quita ni un ápice de valor a la existencia de los “psíquicos” bien dotados de su facultad. En realidad se trata de médiums pues para serlo no hace falta ser previamente espírita, como para ser espírita no es necesario ser médium. Estas personas profesionalizadas, reciben dinero por sus previsiones y sus facultades intuitivas, y como tales “psíquicos” o “médiums”, funcionan mediante un estímulo sensorial sobre el que fijan su mente y concentración, dentro de las normas particulares de cada especialidad, tal como por ejemplo, por medio de las cartas (cartomancia) las manos (quiromancia), los astros (astrología), los posos del café, etc. En sus consejos y directrices, cuando son serios y sin afirmaciones disparatadas, suelen emplear  un método psicológico y una lógica general y procuran no arriesgar demasiado en afirmaciones muy concretas e individualizadas, actuando como auténticos  y audaces  psicólogos dentro de un tono de optimismo.
En el caso de la cartomancia, puede haber una parte de inspiración con  apoyo de un método prefijado del simbolismo de los naipes. Cuando el consultante es invitado a sacar una carta, parece ser que su subconsciente participa de ese gesto  que es el que  desencadena este “arte adivinatorio”, que puede ser real o ser una farsa. Las cartas son inmutables y sus imágenes fijadas en la mente de sus practicantes, se transforman en símbolos significativos, hablando una sola lengua para todos. No obstante el operador puede tener sus propios  códigos para interpretarlas. Otras veces las cartas no pasan de ser un simple vehículo condicionante  o acondicionador mental para desencadenar una facultad de precognición.
La quiromancia como ya se ha dicho, es un arte adivinatorio procedente de la India, basado en la lectura de las manos. A veces mediante esta observación de las líneas de la  mano y la inspiración del “vidente”, se dicen cosas verdaderas, pero el sistema en realidad se basa en lo mismo que sucede con la adivinación por los posos del café, o de  las cartas, etc. Y es que muchas veces esas personas están dotadas del sentido de la “doble vista”, con la capacidad psíquica de percibir cosas ausentes o pasadas, o 
incluso de penetrar  también, aunque mucho más raramente , en cosas que están por venir en el futuro. Son como verdaderos sonámbulos para los que los objetos no son más que medios o apoyos para  fijar su atención, provocando una especie de éxtasis momentáneo. Por otra parte en el caso de la quiromancia se entra en contacto directo con el consultante, estableciendo una mayor relación magnética entre consultor y consultado, que  se comunican a nivel de periespíritu ( sus mentes intuitivas), y  el sujeto dotado habla así  inspirado a la manera de los sonámbulos, haciendo una lectura  de sus sensaciones psíquicas  más que de las manos propiamente dichas, que al igual que las cartas también tienen atribuido un significado y un simbolismo para cada línea.
 La quiromancia  nada tiene que ver  con el Espiritismo, así como tampoco ninguna de las otras artes adivinatorias. Es de tener en cuenta que a pesar de que cada línea y señal tiene su descripción pormenorizada y su significado, con el paso del tiempo estas líneas se modifican, lo que de ser cierto y comprobado este “arte” esotérico, haría necesaria una lectura nueva cada cierto periodo de tiempo.
Muchos de estos adivinos  en busca de dinero, poder o prestigio entre sus creyentes, con sus actuaciones han  originado la “nigromancia” o “necromancia”, por la que han pretendido  adivinar o conocer el futuro evocando a los muertos para obtener de ellos revelaciones. Por extensión a todas las “artes” de adivinación se les ha llamado “necromantes”, debido a la creencia popular de que en todos los medios de adivinación son las almas de los muertos las que actúan. Así se le ha  relacionado con la “magia negra” y con  el demonio; esto ha dado lugar a que  esta  idea de adivinar el futuro consultando a los muertos, se las  confundiese con  lo que es y para qué es la mediumnidad   y el Espiritismo que nada tiene que ver  en absoluto con todo esto, pues en él se emplea la mediumnidad  solamente como herramienta de investigación , información  y ayuda espiritual mediante el intercambio de comunicación con Seres del más allá, seleccionando  los espíritus que  por este medio se pueden manifestar para enseñar algo positivo y fiable que ayude y oriente  a los seres humanos y a otros Seres espirituales que no pueden aprender directamente de ellos por permanecer en una faja  de existencia vibratoria espiritual diferente, pero que a las reuniones mediúmnicas pueden acudir, aunque no participen directamente en ellas.
 Estas enseñanzas   se obtienen después de analizar la fiabilidad de la calidad ética , la sabiduría y la moral del Ser comunicante o manifestante  siguiendo los criterios señalados  en   la Codificación Espírita que dejó  plasmada en sus  obras Allan Kardec, con  el objetivo definido de un  crecimiento moral y espiritual  que se puede extraer  de los sabios y buenos  consejos y enseñanzas ofrecidos por   estos evolucionados  y elevados   Seres espirituales del “Más Allá”.
Ante el tema de la Astrología, que para mucha gente es casi una religión, he de 
afirmar que tampoco  tienen ningún fundamento científico, a pesar de que  como entretenimiento cotidiano proliferan en los periódicos, la televisión, las revistas, etc. Suelen hablar del  futuro o de nuestras características relacionadas con un determinado signo zodiacal. Según las figuras imaginativas que se forman con líneas imaginarias que unen entre sí a esos astros que se divisan en el cielo por las noches, estos signos se reparten en un número de doce, que se reparten a lo largo de los doce meses del año, influyendo cada uno de ellos sobre os humanos, en especial los que nacieron bajo la presencia de determinado signo. Lo malo está en la gente que lo cree y   que  se convence en aspectos negativos, tal como  que su signo no se puede llevar bien con tal otro por ser antagonista, etc. Mucho se podría profundizar en el tema de la Astrología, pero vemos como por ejemplo dos personas gemelas, nacidas a la misma hora en el mismo lugar, pueden ser dos almas totalmente diferentes en gustos y temperamentos. Sabemos cómo en  los pronósticos astrológicos intervienen (o debieran intervenir), la posición del sol y los planetas en cada momento, pero no se tiene en cuenta por ejemplo a los satélites de Júpiter o de Saturno, que son cuerpos mayores que Mercurio o Plutón por lo que en buena lógica su   influencia debiera ser mayor, ni tampoco se tienen en cuenta los agujeros negros, ni los cuasares, etc. Por ejemplo se sabe que Plutón no fue descubierto hasta 1.930, por lo que los horóscopos que se habían hecho hasta entonces debían estar todos equivocados. Incluso en nuestros días aún se descubrió recientemente un nuevo planeta, aunque muy pequeño, dentro del sistema solar, que también estaría aportando sus influencias que no se han tenido en cuenta por ignorar su existencia.  Sobre este tema también se podría considerar que las constelaciones  del zodiaco en realidad no existen, pues como ya afirmé antes, solo son figuras mitológicas construidas  en el cielo de las noches por la fantasía de quienes intuyen  o atribuyen  un poder influyente  de las estrellas y  planetas  sobre los  seres humanos, que llega hasta la Tierra desde más allá de las estrellas. En fín, se podría alegar mucho  más sobre esto, pero la realidad pura y simple  es que los astros si tienen una influencia magnética entre ellos, pero no tienen ninguna influencia de otra clase en nuestras vidas, a excepción de  ciertas  influencias magnéticas  naturales  que afectan a nuestro planeta y a los organismos  humanos que estamos en ella, tal  como las mareas o los vientos que generan la influencia magnética de la luna,el sol y algunos planetas cercanos. 
Resulta de esta creencia que al ser los astros quienes dirigen e influyen en nuestras vidas, destinos, caracteres, etc, si así fuese, pondrían en entredicho nuestra libertad íntima y natural para decidir a cada paso nuestro destino individual, y así el esfuerzo por labrar el propio destino, el de vivir y el convivir con los demás, no tendría sentido, pues todo dependería del signo zodiacal establecido en el momento de nuestro nacimiento,( la llamada “carta astral”), con  su influencia fatal e inevitable,  exonerándonos  así de toda responsabilidad en los defectos de nuestros caracteres y del esfuerzo por corregir esos defectos morales , lo que nos hace  seres realmente libres.
En cualquier caso la Astrología prevé tendencias generales y no acontecimientos concretos, pues el ser humano con su voluntad y libre albedrío puede orientar o cambiar las supuestas influencias de los astros. Si acaso, en su ambigüedad , la Astrología puede servir , según quien interprete los signos, para orientar a las personas en su vida, teniendo en cuenta  los resultados que finalmente determina el libre albedrío humano, pero esta misma función que señalamos para la Astrología, también la realiza  la Psicología y el Psicoanálisis sin recurrir a los astros.
En cuanto a las “videncias” de los echadores de cartas y otras especialidades afines, me atrevo a afirmar que, salvo rarísimas y honrosas excepciones que confirmarían esta regla, la  inmensa mayoría de esos  “videntes” que viven de  sus “especialidades adivinatorias”, me parecen unos grandes embaucadores y vividores que explotan  la credulidad, la buena  fe  y  la ilusión de tantas gentes que confían en ellos.
Si los actos del futuro, no permaneciesen ocultos y conociésemos todos los detalles de nuestro destino individual por venir, descuidaríamos nuestro presente, y condicionaríamos nuestra libertad para actuar en la vida en cada momento, porque el  conocer algo que hubiese de suceder  fatídica e irremediablemente , nos haría descuidar los actos comunes de la vida  cotidiana, o bien  nos obsesionaríamos por evitarlo en unos casos, o por adelantarlo en otros.
Al tener oculto el futuro, aun sin  ser conscientes de ello, con nuestras actuaciones y pensamientos estamos preparando lo que realmente sucederá antes o después en ese futuro, aún en cosas de las que no desearíamos que fuesen así..
Si  nuestros  actos  estuviesen fijados invariablemente por la fuerza del destino o porque “lo dijesen los astros”, no tendríamos responsabilidad en ellos, por carecer de la libertad moral de crear nuestras propias causas y efectos. Como consecuencia  no seríamos capaces de poder evolucionar espiritualmente al despreocuparnos de todo y no esforzarnos por nada, porque lo esperaríamos todo del destino o de los astros, quedando sumidos en una resignada y  lógica indolencia.
Otro tema bien distinto es el de los Profetas que descartando también a muchos falsos y fraudulentos, los que de verdad lo son,  es gracias a una facultad extrasensorial de clarividencia o precognición más o menos desarrollada, y generalmente suelen ser personas con un elevado nivel moral, que ejercitan su capacidad sin interés económico alguno. Estos raros casos, en efecto, a veces  pueden  percibir a grandes rasgos  algunos  sucesos  generales previstos para el futuro, pero que siempre pueden ser modificados desde el presente.
- Jose Luis Martín-

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 “ Del mismo modo que te mueves y trasladas de una casa a otra, el alma pasa de un cuerpo a otro para ganar experiencias”.

          - Swani Sevananda

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¿Por qué la Verdad no ha sido puesta siempre al alcance de todo el mundo? 

        - Precisa que cada cosa venga a su debido tiempo. La Verdad es como la luz: hay que habituarse a ella poco a poco, de lo contrario deslumbra. 
Jamás ha sucedido que Dios permitiera al hombre recibir comunicaciones tan completas e instructivas como las que le es dado obtener en la actualidad. Había, como sabéis, en tiempos antiguos algunos individuos que se hallaban en posesión de lo que ellos conceptuaban ser una ciencia sagrada, y que ocultaban a los que, a su entender, eran profanos. Debéis comprender, con lo que conocéis acerca de las leyes que rigen estos fenómenos, que aquéllos no recibían más que algunas verdades dispersas en medio de un conjunto de conceptos equívocos y casi siempre alegóricos. Con todo, no existe para el estudioso ningún antiguo sistema filosófico tradición o religión que pueda desdeñarse, porque todos ellos contienen gérmenes de grandes verdades que, aun pareciendo contradecirse unos con otros, esparcidos como se hallan en medio de una hojarasca desprovista de fundamento, resulta muy fácil coordinar, gracias a la clave que el Espiritismo nos ofrece acerca de una cantidad de cosas que han podido hasta el presente pareceros sin razón, y cuya realidad se os demuestra hoy de una manera irrecusable. No desdeñéis, por tanto, buscar en esos materiales temas de estudio: los hay muy valiosos y que pueden coadyuvar podero-samente a vuestra instrucción.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC
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Carácter
Las relaciones interpersonales revelan el comportamiento de los individuos en función de ellos mismos y de los otros. En los primeros intentos, se oculta la realidad con la gran preocupación de la apariencia.  A medida que se estrechan  los vínculos, la posición defensiva cede lugar  a la relajación emocional, y poco a poco la máscara de quien realmente somos cae.
En las personas realizadas saludables la conducta se mantiene  sin sorpresas, porque existe una interacción de su vivencia  interior  con la exterior,  signo de verdadera madurez psicológica.  La persona equilibrada demarca  su personalidad, sin excentricidades  ni cambios bruscos, como los hay  entre la exaltación  y la depresión.
El carácter puede ser definido como una colección de valores fundamentales que posee un individuo que llevan al compromiso y la acción moral.
En el comportamiento alternado, donde el júbilo y la tristeza, la confianza  y la sospecha,  el amor y la animosidad se confunden, el autodescubrimiento y la inmadurez programan estados  de inestabilidad, de desdicha, que conducen  a enfermedades emocionales que son somatizados y se manifiestan en el área orgánica con carácter destructivo.
Tales reflejos generan desequilibrios en las relaciones, que se agravan hasta llegar a ser desastrosos, empujando a sus víctimas hacia estados obsesivos-compulsivos o depresivos.
Nuestro carácter es el primer elemento de nuestra imagen. La forma en que nos comportamos, tratamos y nos presentamos a los demás habla de nosotros.
Saber controlar el estado de ánimo para poder conseguir una mejor vida para nosotros y para las personas que nos rodean, es el gran reto de muchas almas, saber controlar la euforia, la tristeza, el agobio… de una forma que no afecte  es algo que muchos intenta y que difícilmente consiguen.
El carácter es el sello  que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, y es producto del aprendizaje social.  Somos personas únicas que poseemos  un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento único que a lo largo de nuestras vidas hemos adquirido nosotros; la manera en que nos presentamos ante los demás es nuestra tarjeta de presentación que dice "esta soy yo, y así me siento acerca de mí misma". Para ilustrarlo mejor, analicemos diferentes definiciones de lo que es el carácter y su relación con la imagen.
Tener carácter es ser fiel a un conjunto de principios que rigen nuestra vida. Estos principios quedan plasmados en la forma en que nos comportamos, vestimos, maquillamos y peinamos.
Tener carácter es el arte de aprender a controlar nuestros estados emocionales y mantener la estabilidad de temperamento no de acuerdo a las circunstancias, sino a una forma de vida que yo misma cultivo día a día desde mi interior. A su vez, nuestro temperamento se ve manifestado en nuestras actitudes, los gustos que tengamos al vestirnos, peinarnos y maquillarnos.
Tener carácter es ejercitar nuestra propia voluntad. La que nos dice que soy una mujer que puede aprender a ser dueña y señora de sí misma. Por lo tanto, poseo la libertad interior de escoger una forma habitual de comportamiento y no me convierto en esclava de la moda llevando mis años con alegría y dignidad.
Es no dejarse llevar por sentimentalismos, así como estar decidida a ser una mujer fuerte y completa sin dejar por eso de ser femeninas. Por tanto me controlo ante eventos fuertes y tengo la opción de ser versátil y creativas con lo que me pongo.
Es dar a las cosas la importancia que tienen (carácter) No es la ropa la que me hace parecer importante o más bella (imagen) Es sólo el complemento y la extensión de mí misma. La ropa es la que sella con broche de oro mis habilidades en relaciones humanas ya que manifiesta el respeto que siento por los otros.
El carácter probablemente no se manifieste de una forma total y definitiva, si no que pase por un proceso evolutivo que se desarrolla hasta llegar a su completa expresión en el final de la adolescencia.
El carácter de una persona influye mucho en el estudio, en el trabajo y en la vida diaria, o lo facilita o lo dificulta. Es importante que las personas conozcan su carácter. Que conozcan sus puntos fuertes y débiles, para que puedan saber qué pueden esperar de ellos. Y también, cómo deben ayudarse y estimularse en la vida.
El carácter es algo que nos diferencia notablemente a unas personas de otras. Hay personas que somos más temperamentales, somos puro fuego. Por el contrario hay otras más tranquilas que apenas lo sacan y a veces incluso se dejan avasallar. Lo ideal en este tema es encontrar el equilibrio, ese equilibrio se llama asertividad.
Hay variados tipos de carácter, está el nervioso que cambia continuamente  de interés y de ocupación.  Este tipo de carácter se entusiasma con lo nuevo, pero este sólo busca de ello lo que es práctico, le falta orden, disciplina y perseverancia en las cosas. Tiene una voluntad débil, es inestable, sociable, cariñoso y extrovertido.
En cuanto a su inteligencia, le cuesta la comprensión, la memorización y el razonamiento lógico de las cosas. Es perezoso, distraído. Trabaja solamente cuando la tarea coincide con sus intereses momentáneos.
El sentimental su palabra lo dice, es sensible, tímido, pesimista. El busca el aislamiento y la soledad. Es rencoroso, difícil de reconciliar. Se desmoraliza rápidamente. Es inseguro. En el trabajo es lento e indeciso.
En cuanto a su inteligencia: es reflexivo, se centra en los objetos es muy abstraído. Le gusta hacer las cosas bien, pero se desalienta pronto ante las dificultades. Tiene problemas para adaptarse a cosas nuevas.
El colérico, siempre vive ocupado en cosas. Es un atrevido para hacer cosas nuevas. Debido a sus arrebatos, improvisa, se precipita, despilfarra energía y cae en la dispersión. Abandona las cosas cuando aparece algún  peligro. Es un extrovertido.
En cuanto a su inteligencia: le gustan las cosas concretas, inmediatas, y técnicas. Comprende con rapidez y es bueno para improvisar. Se tensiona fácilmente.
No le gusta sintetizar las cosas. Posee una escasa capacidad para adquirir nuevos conocimientos. Es poco disciplinado en su trabajo. Le gusta el trabajo en equipo individual. Cambia frecuentemente de actividad y no termina lo que empezó.
El Apasionado, posee una gran memoria imaginación. Tiene una gran capacidad de trabajo. Vive siempre ocupado. Tiene afición al estudio y le gusta todo tipo de tareas. Prefiere trabajar sólo. Estudia de forma ordenada y metódica. Se destaca en lectura, historia, redacción y matemáticas. Le interesa lo social, lo religioso y político.
El sanguíneo es muy poco sensible. . Sólo le mueven los resultados a corto plazo. Tiene tendencia a mentir para conseguir lo que quiere. Es cerebral. Piensa todo fríamente. Es optimista, social y extrovertido. Es curioso. Le gusta tocar todo. Se adapta bien a cualquier ambiente. Aunque es trabajador, se deja llevar por la superficialidad y la chapucería.
El Flemático es reposado y tranquilo. Es reflexivo y callado Es muy ordenado. Le gusta trabajar solo. Es puntual y se preocupa por la exactitud de todas las cosas. La inteligencia del flemático es lenta, pero profunda. Tiene una buena aptitud para comprender lo esencial de las cosas. Es dócil y metódico.
El amorfo es perezoso. Su vida es dormir y comer. Es poco original, se deja llevar por el ambiente. Es despilfarrador, impuntual y carece de entusiasmo. Es social y extrovertido. Razona con mucha lentitud y analiza las cosas de forma superficial. Huye de cualquier esfuerzo. Suele aplazar las tareas. Es torpe y desordenado.
El Apático es cerrado en sí mismo. Es melancólico. Es irreconocible y testarudo. Es perezoso. Rutinario. Pasivo e indiferente. Carece de estimulo y actividad. Es un pobre de ideas. Es apático y poco interesado en actividades.

Todos estos rasgos caracterológicos son puntos de referencia. No podemos etiquetar la personalidad de las personas, como si cada uno de ellos no evolucionara con el tiempo o no tuviera nada propio.
No se puede confundir lo psicológico con lo moral clasificando a las personas en "buenos" y "malos". Con sabiduría podemos ayudarlos a crecer positivamente en sus características personales.
El carácter en el trabajo depende mucho  del tipo de carácter. Los mejores tipos de carácter para trabajar son los coléricos, apasionados y el sanguíneo. El colérico posee iniciativa, es disciplinado, pero prefiere el trabajo individual a grupal, evita socializar con las personas. El tipo apasionado le encanta su trabajo, le gusta la mejora continua a base del estudio, forma buenas relaciones sociales. Los sanguíneos son buenos trabajadores les encanta trabajar en base a metas, trabajan mejor bajo presión, creen que fin justifica los medios. Son fácilmente adaptables, aunque son insensibles ante lo que los rodea.
Los más difíciles para trabajar son: el flemático, nervioso, sentimental, amorfo y apático, este tipo de personas se muestran con un perfil muy bajo en las áreas en la que se desempeñan, no son recomendados para formar equipos. El flemático no le gusta trabajar en equipo, es puntual pero es demasiado tranquilo y callado. Fácilmente influenciable.
El nervioso no sabe lo que quiere lo que representa un problema en el trabajo, continuamente sé está cambiando de trabajo, no es disciplinado lo que le crea problemas en trabajo. Fácilmente influenciable. El sentimental no cree en que se puedan dar las cosas es muy pesimista por lo que es difícil asignarle proyectos, no se adapta a las cosas nuevas, ni le gusta innovar. El amorfo es perezoso. Su vida es dormir y comer, no le gusta innovar es fácilmente manejable, no le importa nada no tiene disciplina. , No le gusta realizar ningún tipo de esfuerzo. El tipo apático es cerrado, no le gusta los cambios, y no le interesan las actividades que se puedan estar desarrollando en la oficina.
La forma en que cada individuo se desarrolla en su trabajo depende mucho de su tipo de carácter. Los mejores tipos de carácter para trabajar son los coléricos, apasionados y el sanguíneo. El colérico posee iniciativa, es disciplinado, pero prefiere el trabajo individual a grupal, evita socializar con las personas. El tipo apasionado le encanta su trabajo, le gusta la mejora continua a base del estudio, forma buenas relaciones sociales. Los sanguíneos son buenos trabajadores les encanta trabajar en base a metas, trabajan mejor bajo presión, creen que fin justifica los medios. Son fácilmente adaptables, aunque son insensibles ante lo que los rodean.
Actualmente no se conocen trastornos del carácter lo que se tiene es una gama de diferentes tipos de carácter en donde se describen las características de cada individuo y todos los seres humanos caemos en uno de esos tipos.
Para  formar el carácter es necesario tener dominio sobre nuestra persona, mediante pequeñas, pero continuas acciones que hagan más fuerte nuestra voluntad. Esto nos dice que es posible cambiar nuestro carácter, esto a través de la disciplina y la férrea voluntad de querer hacerlo, se puede tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Proponerse varios retos personales: como trabajar mejor, aprender algo nuevo, mejorar nuestro trato hacia los demás, etc.
Para esto también puede plantearse un ciclo de acción para reestructurar a aquellos caracteres que son disfuncionales en las distintas áreas laborales en que se desarrollan, esto a través de la alineación de la emoción y la acción, teniendo como resultado el carácter que nos lleve a la poder tener un carácter funcional lo que nos hará dignos de confianza para poder desarrollar cualquier tipo de proyectos dentro de nuestro trabajo.
Adoptando nuevas disciplinas y mejorando su trabajo podría ser digno de confianza. Luego de haber adoptados cambios en su forma de actuar la liebre podría nuevamente competir con la tortuga pero ahora debido a los cambios realizados seria la ganadora de la carrera.
Si en nuestra vida queremos realizar pequeños cambios, puede que nos baste con esforzarnos un poco más en mejorar nuestra conducta y luchar contra nuestros defectos, pero si aspiramos a un cambio importante, es preciso cambiar nuestro modo de ver las cosas.
El carácter como sello que nos identifica juega un papel muy importante en cualquier área que nos desenvolvamos, es reto de cada persona abrir la puerta del cambio para transformar un carácter disfuncional a uno funcional, para poder ser mejores personas en nuestras vidas, y obtener mejores resultados en cualquier proyecto que desarrollemos.
En tu ansia de crecimiento, experimenta tu realidad interior en contraste con la exterior.  De esta manera podemos ver la relación tan cercana que hay entre carácter e imagen. Vivimos en una época en donde la imagen es muy importante. Vivimos en un mundo visual cuya característica principal es el consumismo. Pero el carácter cuenta. Y cuenta tanto más que la imagen. Además el carácter aunque no nos lo parezca también es visual. Constantemente estamos hablando con nuestro rostro. La forma en que miramos a los demás, sonreímos, saludamos, caminamos, respondemos. Todo esto es la manifestación pura de nuestra forma de ser. Por lo mismo y no importando a que te dediques, ama de casa, profesionista, religiosa, enfermera, secretaria, estudiante, etc. Antes de preocuparte por la ropa que te pones, el peso, el cabello, las uñas y el maquillaje. Preocúpate por adquirir un carácter estable y armonioso de manera que el arreglo personal sirva únicamente para embellecer el magnetismo y aplomo que proviene de tu interior. Cuántas cabezas voltearán ya que estás consciente sabes que la elegancia es interna.
Los valores fundamentales son la base de un buen desarrollo del carácter.
 El carácter debe estar definido en términos generales para incluir el pensamiento, el sentimiento y el comportamiento.
Los valores fundamentales deberían promoverse a lo largo de todas las fases de la vida.
Recuerde que todos nosotros, en todo, dependemos de Dios, pero los empresarios de nuestro éxito, en cualquier ocasión, siempre seremos nosotros mismos.
Enviado por Merchita
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