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miércoles, 28 de octubre de 2015

¿ Estás preocupado?


         
         LA CRISIS DE LA MUERTE


      Este hecho fue relatado por la revista Light, en una serie de números (año 1922, Págs. 594-595, 610-611, 722-723, 768-769). Se trata de una serie de “revelaciones trascendentales” teóricamente importantes , en el sentido de que el medium, por el cual fueron obtenidas, era una señora de limitada cultura intelectual y que ignoraba completamente las doctrinas espíritas. El interés por la búsqueda mediúmnica se manifestó en ella repentinamente, a consecuencia de la muerte en la guerra de uno de sus hermanos, a quien mucho estimaba. (Más tarde su Espíritu-guía” le informó que fue él mismo quien la sugestionó en el sentido de comunicarse mediumnicamente). Una de sus amigas poseía una “plancheta” que nunca había servido. Mrs. Hope Hunter fue a visitarla y consiguió servirse y hacer mover el instrumento con mucha facilidad. Vio luego formarse algunas frases rotas, que indicaban la presencia de entidades que intentaban comunicarse. Una de ellas le aconsejó que abandonara la tabla y experimentase con el lápiz. Mrs. Hunter siguió el consejo y no tardó en escribir correctamente.

     Al cabo de algún tiempo tuvo la manifestación de su hermano muerto en la guerra, el cual aportó pruebas de identificación personal y narró a la hermana las circunstancias de su entrada en el mundo espiritual. Pero como esa narración contenía informaciones que parecían absurdas a la medium, pidió ésta, a otra entidad, explicaciones al respecto. La que se le manifestó, en calidad de “Espíritu-guía”, se prestó a esclarecer los puntos que Mrs. Hunter encontraba dudosos. Aconsejándole enseguida que se dirigiese a alguna persona competente en materia de comunicaciones mediúmnicas. En una primera carta que dirigió al director de Ligth, escribió la Sra. Hunter hablando de sí misma:

     No tuve oportunidad de instruirme. A los catorce años me vi obligada a renunciar a la escuela por causa de la muerte de mi padre. No me juzgo capaz de redactar una composición cualquiera. Nada sabía y nada sé de lo que respecta a las experiencias mediúmnicas. Los Espíritus que se comunican me aconsejan hacer examinar sus mensajes por alguien competente en el tema. Fue en virtud de este consejo que ella se dirigió al director de Light, Sr. David Gow, que comprendiendo el valor teórico de este caso de mediumnidad súbita, lo estudió cuidadosamente y al final publicó un artículo muy completo en su revista. Dada la imposibilidad de reproducir todo su largo contenido, me limitaré a transcribir los pasajes en que el hermano difunto describe pormenores del medio espiritual, o a episodios comentados por el “Espíritu-guía” de la medium, comentarios que intercalaré de modo más extenso. Cuando el Espíritu del joven se manifestó la primera vez, sucedió lo que casi invariablemente sucede en esas circunstancias, como lo saben todos los que experimentan, esto es, que el Espíritu al reabsorber fluidos humanos para volver parcialmente a las condiciones terrestres, similares a las que se hallaba cuando terminó su existencia, no puede dejar de volver a sentir y, por consiguiente, transmitir al medium, los síntomas de la agonía. Esta vez la mano de la medium fue presa de temblores y de impresionantes arranques convulsivos, haciendo saltar el brazo en todas direcciones.

     Finalmente esas convulsiones se calmaron y dictó el Espíritu lo que sigue. Fue lo que me pasó al caer mortalmente herido por las esquirlas de un obús. Podría decirse que mi muerte transcurrió en menos de un minuto; las convulsiones de la agonía fueron muy cortas, sin embargo tenía la sensación de que duraron largas horas No te asustes; esto no te sucederá más. En cuanto a mí, estoy perfectamente bien; pero al volver al medio terrestre y pensando en mi muerte, no pude evitar que se reproduzcan los síntomas que la acompañaron. Cuando fui herido me encontraba en una trinchera y cuando cesaron las convulsiones estaba muerto. Me sentí entonces como antes, en perfecto estado de salud. Me veía trajeado con el uniforme militar. Mi primer pensamiento fue para “Ben” (su hijito) y, al pensar en él, me vi transportado a mi casa, dónde lo vi durmiendo en su cuna al laso de Carrie (la madre). Los distinguía tan bien como con los ojos del cuerpo; después te vi a ti y a John (el marido). Pensé en mi madre y enseguida me encontré a su lado. La vi tumbada en su cama y le dirigí la palabra, pero ella no dio ninguna señal de haberme oído. Volví entonces para Francia, a mi trinchera; también es posible que me haya transportado a K... y a S... y que al mismo tiempo no haya dejado la trinchera. Me sabía muerto... un caso extrañó me pasaba; veía pasar delante de mis ojos todos los acontecimientos de mi vida, en los que me había comportado mal... Más tarde divisé un Espíritu que me venía al encuentro... Era mi padre; aunque no lo reconocí. Pero en cuanto me llamó por mi nombre: “Will”, enseguida lo reconocí y me lancé a llorar en sus brazos.

     Me sentía extraordinariamente conmovido y no sabía qué decirle. Nada puedo decir con relación al tiempo que pasamos allí. Me acuerdo apenas de que, durante ese tiempo dejé de oír a mis camaradas y de percibir el fragor de la batalla. Sin embrago veía los pensamientos de aquellos camaradas y así sabía que a muchos les había impresionado mi muerte. Cuando mi amigo Franck se acercó a mi cadáver para verificar si estaba realmente muerto, lo distinguí como con los ojos del cuerpo. Mi pobre amigo deseaba estar en mi lugar y no le daba importancia a la vida, sino por el amor de su Dora... No me sería posible decir si estuve en alguna otra parte durante mi permanencia en aquel lugar. Me encontraba en un estado de completa confusión de ideas; lo que me rodeaba me parecía al mismo tiempo muy nítido y muy incierto. Mi padre permanecía a mi lado animándome y diciéndome que no tardaría en recuperar el equilibrio mental. Me llevó más tarde a su habitación, donde ahora vivimos juntos, esperando que mamá venga en nuestra compañía... Otro día, él me dijo: “¿Quieres ver a tu abuela? Yo todavía no la había encontrado en el mundo espiritual. Ella estaba, solo que parece que en una localidad alejada de nosotros. Papá añadió: “Formula intensamente el deseo de estar al lado de ella y de que yo esté allí también.” Lo hicimos simultáneamente y saltamos con la rapidez del relámpago, a través del espacio. En menos de un segundo estábamos al lado de mi abuela. Ella vive con mi abuelo y con mi tío Walter, a quien no conocí en la Tierra, pero sin embargo percibí que lo conocía muy bien porque, cuando vivo, yo lo veía frecuentemente en sueños; era mi padre quien me llevaba... Lo que acabamos de leer está extraído del primer mensaje del hermano muerto de la Sra. Hope Hunter. En un segundo mensaje añadió muchos detalles acerca del momento de su muerte. Limitémonos a transcribir este pasaje complementario del precedente. Muchos de mis camaradas se encontraban muertos sin saberlo y, como no lograban percibir ciertas cosas, suponían que soñaban.

     Yo, al contrario, me enteré inmediatamente de mi muerte, sin embargo no conseguía comprender el hecho de ser absolutamente el mismo que anteriormente. Antes de ir a la guerra jamás reflexioné sobre la existencia espiritual; durante la vida en las trincheras pensaba en eso algunas veces, pero lejos estaba de poder imaginar la verdad. Como es natural tenía en la cabeza los “coros celestiales”, las “arpas angélicas”, de las que hablan en las Sagradas Escrituras. Lo que sobre todo había de más incomprensible para mí era verme y sentirme absolutamente el mismo individuo que antes, cuando en realidad me encontraba transformado en una sombra. En contraposición, no podía igualmente comprender que cuando os venía a ver, os veía como si todos fueseis una sombra, mientras que yo no lo era. Cuando estuve en casa, al acabar de morir, os vi como os veía antes; pero después poco a poco todos os fuisteis tornando cada vez más evanescentes, hasta no pasar de ser puras sombras. En suma no puedo distinguir en los seres vivos nada más que la parte destinada a sobrevivir al cuerpo... Bien vistas las cosas, mucho de verdad había en lo que decía nuestro pastor en sus sermones... Hay realmente una vida eterna. Es por lo menos lo que todos creemos; mientras los que en la Tierra vivieron honesta y virtuosamente van para un lugar que se puede comparar a un paraíso, aquellos cuya existencia transcurrió depravada y mala acabarán en otro lugar que se puede exactamente definir como un infierno... Estoy aquí activamente ocupado. Lo mismo pasa con todos, pero suspendemos el trabajo cuando nos sentimos fatigados. Observa, sin embargo, que cuando hablo de cansancio no me refiero al que vosotros experimentáis. Es algo muy diferente. Cuando estamos fatigados pensamos en distraernos según nuestras inclinaciones. Ninguno de vosotros podría imaginar en qué consisten nuestros descansos... Si pudiese volver a vivir (aunque absolutamente no lo deseo) y si supiese lo que sé ahora, viviría de manera muy diferente. Otro día te hablaré de mis ocupaciones. ¡Por hoy, buenas noches!

     Hasta ahí están los pasajes esenciales que relatan la entrada del muerto que se comunica en el mundo espiritual. Debo añadirles algunas otros escogidos en las aclaraciones dadas al respecto por el “Espíritu-guía” de la medium, a petición de esta. Comienza explicando: Tu hermano, en cuanto lo hirió la explosión del obús, supo que le llegaba la hora de la muerte. Lo desconocido que le esperaba se le presentó terriblemente en los espasmos de la agonía... Cuando se comunicó mediúmnicamente revivió esos terribles momentos. De ahí los temblores convulsivos de tu mano y los movimientos de tu brazo que tanto te impresionaron... La crisis de la muerte es fundamentalmente la misma para todos; con todo, en el caso de un soldado muerto de manera casi fulminante, la cosa puede variar un poco, pero no mucho. Al llegar el instante fatal, el “cuerpo etéreo” que penetra el “cuerpo carnal”, comienza a libertarse de este último, a medida que va perdiendo vitalidad... ¿Quien no ha visto una mariposa emerger de su crisálida? Pues bien, el proceso es análogo... En cuanto el “cuerpo etéreo” se halla liberado del “cuerpo carnal”, otros espíritus intervienen para ayudar al recién-desencarnado. Se trata de un nacimiento, en todo análogo al de un niño en el medio terrestre, lo que hace que el Espíritu recién nacido tenga necesidad de auxilio. Se siente aturdido, desorientado, aterrado y no podría ser de otro modo... Casi siempre juzga que está soñando. En ese momento, nuestro primer trabajo consiste en convencerlo de que no está muerto. Es de lo que generalmente se encargan los familiares del recién-llegado y, lo que en la mayoría de las veces, no sirve sino para confirmar en el muerto la idea de que está soñando...

     Tu hermano dice que se transportó inmediatamente a Samerset; que habló con su madre; que vio a su hijo y te vio con tu marido. Voy a intentar explicarte cómo ocurre eso. Después del instante de la muerte, el Espíritu todavía se encuentra impregnado de fluidos humanos. Por lo que sé (y no es gran cosa) este hecho significa que él todavía está en relación directa con el medio terrestre. Pero al mismo tiempo está despojado del “cuerpo carnal” y revestido únicamente del “cuerpo etéreo”. Le basta con dirigir su pensamiento a un determinado lugar para ser instantáneamente transportado a dónde su deseo lo lleva. El primer pensamiento de tu hermano fue dirigido, con gran afecto, a su mujer y a su hijo; Se encontró por lo tanto súbitamente con ellos; estando todavía impregnado por fluidos humanos pudo verlos como con los ojos del cuerpo... Además de eso, cuenta tu hermano: “Vi pasar delante de mis ojos todos los acontecimientos de mi vida, en los cuales me comporté mal.” Se trata de un fenómeno muy notable de la existencia espiritual.

     Generalmente eso preludia la sanción, a la que todos nos debemos someter, tocante a nuestras faltas. La visión se desarrolla delante de nosotros en un instante, pero nos oprime por su volumen y nos impresiona por su intensidad. Casi siempre nos vemos tal cómo fuimos desde la cuna hasta la tumba. No me es posible decirte la manera en que eso se produce, la razón del hecho reside en una circunstancia natural de la existencia terrena, durante la cual toda acción que ejecutemos, todo pensamiento que formulemos, para bien o para mal, queda registrado indeleblemente en el éter vitalizado que nos impregna el organismo. Se trata en suma de un proceso fotográfico; de este modo imprimimos y fijamos vibraciones en el éter y este proceso comienza desde nuestro nacimiento... Tu hermano continúa refiriendo como encontró a su padre. Todo eso se produce en un instante de vuestro tiempo; pero para él, que calculaba el tiempo por la intensidad de los acontecimientos, los segundos parecieron horas. Al principio no reconoció al padre, lo que frecuentemente acontece. En efecto, los desencarnados no esperan encontrarse con sus parientes, además de que el aspecto de ellos está generalmente cambiado. Entre nosotros también existe un desarrollo del “cuerpo etéreo” ... Un bebé crece hasta llegar a la madurez, Por el contrario un viejo alcanza la edad viril, rejuveneciendo. Tu padre y el de él murió en la plenitud de la edad adulta; a pesar de eso el hijo no lo reconoció porque habían pasado muchos años y el padre alcanzó, en el medio espiritual, un estado de radiante belleza. Lo reconoció en cuanto le dirigió la palabra. Nadie puede engañarse en el mundo espiritual. La otra afirmación de tu hermano es clara. Observa él: “Yo podía ver lo que pensaban mis camaradas” Este hecho se da porque en la vida espiritual la transmisión del pensamiento es la forma habitual de conversación entre los Espíritus; además de que muchos pensamientos se exteriorizan de aquel que los formula, revistiendo formas concretas, correspondientes a la idea pensada, formas que todos los Espíritus perciben... Te informó al final de que vivía con vuestro padre, en la vivienda de este último. Es absolutamente exacto. Ya en otro mensaje te expliqué que en el mundo espiritual el pensamiento y la voluntad son fuerzas por medio de las cuales se puede crear lo que se desee... Paro aquí las citas.

     Se comprende que otras informaciones se encuentran concordantes con análogas afirmaciones contenidas en otras colecciones de revelaciones trascendentales; sin embargo, como generalmente se trata de informaciones concernientes a la existencia espiritual propiamente dicha, escapan a los límites que me tracé en esta obra y debo dispensarme de reproducirlos. En cualquier caso , los informes que transcribí deberían bastar para la confirmación de la gran verdad que resalta en el caso de los mediums improvisados, enteramente ignorantes de las doctrinas espíritas y que, no obstante, reciben mensajes concordantes en todos los detalles con otras narraciones del mismo género. Hay aquí una verdad que se impone a la razón y que fuerza a reconocer que, siendo así, las personalidades mediúmnicas que se comunican no pueden ser personificaciones subconscientes, ya que en ese caso, está claro que deberían contradecirse mutuamente.

     Tienen ellas, por tanto, que ser reconocidas como Espíritus de los muertos, sacando de una experiencia común las informaciones que van dando, lo que explica su concordancia. Se sobreentiende que cuando hablamos de concordancia, no debemos olvidar que deben ser consideradas relativamente a las condiciones espirituales en que se encuentran las personalidades comunicantes, esto es, que una entidad desencarnada, moralmente normal, se hallará de acuerdo con otras entidades que participan de esa naturaleza, en cuanto a la descripción que dan del medio radiante en que se encuentran; por el contrario, una entidad moralmente depravada estará de acuerdo con todas las otras entidades que participan de su naturaleza en cuanto a la descripción del medio tenebroso donde se encuentran. Recordaré finalmente que son numerosos los casos análogos al que acabo de citar y en los cuales el medium no conocía las doctrinas espíritas. Ya cité algunos y todavía citaré otros. Mientras tanto me cumple recordar que el asunto muy concreto del que en la presente obra me ocupa, no me permite hacer resaltar, con toda su elocuencia, el valor en el sentido espírita de los casos de esta especie.

     No lo olvidemos. Me falta ahora adjuntar dos palabras de comentario a una afirmación del “Espíritu-guía”. Aludo a los procesos psicofisiológicos por los cuales las vibraciones correspondientes a nuestras acciones y pensamientos se gravarían y fijarían en nuestro “cuerpo etéreo” – lo que constituiría el substrato de la “memoria integral”- existente en la subconsciencia humana. Observaré a este respecto que las afirmaciones del “Espíritu-guía” concuerdan con las indicaciones de los psicólogos y de los fisiólogos. Estos, en efecto, para explicar cómo se crea y funciona la memoria fisiológica normal, así como la memoria “integral subconsciente”, cuya existencia reconocen, hablan igualmente de “vibraciones” del pensamiento, que se graban de modo indeleble en la sustancia cerebral. En este último detalle se aprecia apenas una discordancia entre los psicólogos y las enseñanzas del “Espíritu-guía”, siguiendo al cual las “vibraciones” del pensamiento se grabarían indeleblemente en el éter vitalizado que constituye el “cuerpo etéreo”. Añadiré que esta última explicación del fenómeno debe de ser ciertamente verdadera, para el caso de la “memoria integral” que sobrevive a la muerte del cuerpo. Además, si recordamos que la sustancia cerebral existe en condiciones de proceso permanente y rápido de transformación, de eliminación, de renovación, no vemos bien cómo se puede admitir que ella guarde indeleblemente las vibraciones del pensamiento, constituyentes de la “memoria normal” y de la “memoria integral” subconsciente.

    En estas condiciones, forzoso es convenir en que la afirmación del “Espíritu-guía” tiene todas las probabilidades de ser verdadera. Esas probabilidades son posteriormente corroboradas, desde la consideración que la indicación de los psicólogos es impotente para explicar el hecho de la existencia, en la subconsciencia humana, de una memoria integral maravillosa, que se conserva ociosa y sin ninguna utilidad durante la existencia terrena. Aceptando la explicación de la entidad comunicante, esa dificultad no se presentaría, de ello se debería inferir que la memoria integral subconsciente permanece ociosa y sin utilidad durante la existencia terrena, porque es representada por la “memoria normal” de la existencia terrena, a la espera de emerger y manifestarse en un medio apropiado, después de la crisis de la muerte; del mismo modo que las facultades paranormales subconscientes se conservan inoperantes, en el curso de la existencia terrena, porque representan a los sentidos, formados de antemano, de la existencia espiritual, a la espera de emerger y ejercitarse en el medio espiritual, al mismo tiempo que la “memoria integral”, después de la crisis de la muerte.

Ernesto Bozzano
Extraído del libro "La crisis de la muerte"
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El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos.
Proverbio turco
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EL BENEFICIO DE LA VERDAD

Él era un ídolo del cine americano. Donde su presencia 
era anunciada, en avant-première o cualquier otro 
evento, comparecían las multitudes.
  
En el lanzamiento de uno de sus más famosas películas, 
fue recibido, en el aeropuerto, por el doble de personas 
que habitaban la ciudad. Un fenómeno.
  
       Representaba en la pantalla el ideal de muchos corazones femeninos: el hombre que sabía amar, que enfrentaba peligros, 
que defendía personas, aunque algunos de sus papeles 
demostraran una cierta agresividad o hasta deshonestidad.
  
    Iniciando su carrera en el teatro, fue en el cine donde verdaderamente conquistó fama y éxito.
  
Fue laureado por la Academia de Artes Cinematográficas de Hollywood, con la estatuilla de mejor actor, por dos veces, en la década de 1930.

Pues ese actor, como todas las personas que viven sobre la Tierra, pasó por dolores profundos.
  
En 1939, después de un divorcio, parecía que él había encontrado
 el gran amor de su vida.

La pareja pasó a vivir en el rancho de su propiedad y disfrutaban 
del placer de la convivencia del uno con el otro, entre los tumultos
 de las propias carreras.
  
Se llamaban cariñosamente uno al otro madre y padre.
  
Durante la Segunda Guerra Mundial, él llegó a alistarse y participó
 en cuatro misiones de la Fuerza Aérea Americana.
  
Y Carole Lombard, su esposa, participó de la campaña por los 
bonos de guerra.
  
Deseando volver  junto al marido con la mayor rapidez, en vez de hacerlo por ferrocarril, tomó un avión.
  
Nunca llegaría a los brazos del marido. El día 16 de enero de 1942, el avión golpeó en el Monte Potosi, en Nevada, en Estados Unidos y murieron todos los 22 pasajeros y tripulantes a bordo.
  
    La causa del accidente no fue revelada pero se sabe que el avión volaba fuera de su ruta. Y, para economizar energía, dado el periodo de guerra, las balizas de señalización del área estaban apagadas.

Clark Gable (*), el gran actor, entró en un periodo de dolor, tal 
vez rebeldía, no consiguiendo superar emocionalmente la pérdida
 de la esposa.

Se entregó a la adicción del alcohol y, andando por la casa, era oído preguntando: ¿Por qué, madre? ¿Por qué?

A partir de ahí, la bebida se le hizo compañera por largo tiempo, y tal vez haya contribuido para él partiese de este mundo, en plena madurez, a los 59 años.

Lo que resalta de todo eso es cómo se hace difícil, para quien no 
tiene conocimiento de la vida espiritual, de la vida más allá de esta vida, conseguir asimilar la partida de un ser amado.
  
Recordamos que Jesús afirmó que conoceríamos la verdad y la verdad nos liberaría.
 
Sí, para quien conoce la verdad, la Inmortalidad del Espíritu, la muerte no asume el aspecto de sorpresa.
  
Quién ya aprendió la verdad de que solamente nos encontramos 
en la Tierra por un breve tiempo; que la vida material es pasajera, pero que todos sobrevivimos a ella. El comprenderlo y aceptarlo 
alivia el dolor de la separación con la esperanza.
 
Sufre por la ausencia física de su amado. Pero guarda la certeza de que este vive, que el amor no muere nunca y que, en breve, el reencuentro se dará porque llegará nuestro momento de volver a la Casa del Padre.
 
Pensemos en eso e ilustrémonos en esas verdades anunciadas, desde épocas inmemorables, por muchos mensajeros de la Inmortalidad.
  
Pero, especialmente, de la forma más lúcida y ejemplar, por el Excelso Rabí de Galilea.

Recordemos: Conoceréis la verdad y la verdad os liberará.

Nos liberará del dolor mayor, del sufrimiento insano, de la incertidumbre, de la desesperación, encendiendo luces de esperanza en el cielo de la nostalgia.
  
Redacción del Momento Espírita, con datos biográficos del 
actor americano Clark Gable.
 

 
Momento Espírita
  
(*) Clark Gable nació el 1º de febrero de 1901. Comenzó a trabajar en el cine en papeles insignificantes, hasta destacarse en el romance Alma Libre, de 1931. En 1940, Lo que el Viento se Llevó…, protagonizado por él, ganó 10 Oscar, dando gran popularidad y éxito al actor.                               

"Vosotros, que comprendéis la vida espiritual, escuchad las pulsaciones de vuestro corazón a llamar a esos entes bien-amados y, si pidierais a Dios que los bendiga, en vosotros sentiréis fuertes consuelos, de esos que secan las lágrimas; sentiréis aspiraciones grandiosas que os mostrarán el porvenir que el soberano Señor prometió".
- Sanson (Espíritu), ex miembro de la Sociedad Espírita de París. (1863.)

 El Evangelio Según el Espiritismo, cap. V  

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   El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda.  
Concepción Arenal 
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¿Estás preocupado?

Es compresible que te sorprendas en estado de preocupación, cuando te enfrentas con los diversos desafíos de tu cotidiano. No será tarea fácil el tener que dar cuenta de los quehaceres domésticos, asociados a la profesión y a la convivencia social. Realmente, se concibe que sean tantas cosas a pesar sobre tu sentimiento, sobre tus pensamientos, sobre tu humor, que, de vez en cuando, percibes que fuistes invadido por ondas de preocupaciones, para lo que abriste las puertas morales. Entre tanto, vale parar un poco y meditar acerca de este fenómeno.
Cuando te preocupas, pasas a pasar largas cuotas de tus energías en la dirección del objeto de tu preocupación. Si la causa es válida, converge la preocupación en acción positiva y beneficiosa, al revés de mantenerte paralizado al frente del desafío. Si el móvil de la preocupación no tuviera la marca del legítimo valor, si tu estado psicológico se ata al deseo de poseer, al celo, a la falta de fe en Dios o a cualquier capricho nocivo a la salud del alma, es llegado en tiempo de, a costa de los necesarios esfuerzos, te desligues de esa sintonía, que te ira minando el mundo intimo, sin que encuentres solución, pudiendo resbalar para valles de desespero, penas, odio o indiferencia, o en estado extremo, pudiendo empujarte para el crimen, que tiene variado espectro para las almas lucidas que conocen, aun que por simples informaciones, las orientaciones de las Leyes Divinas.
De ese modo, estudia con claridad las fuentes y motivos de tus preocupaciones, considerando como él Celeste Guía que a cada día basta con su mal. En la certeza de que estas en el mundo a fin de aprender, crecer y amar, en las rutas de la felicidad, no te permitas sucumbir ante problemas de salud, financieros, mal entendidos o familiares.
Aprende a resolver, uno tras otro, tus problemas y, en la certeza de que el tiempo es el factor de resolución de todos los enigmas, entrega tus preocupaciones al Creador y marcha adelante aguardando la luz del nuevo día, que siempre brilla tras las noches de horror y sombras.
No te dejes aturdir por las exageradas preocupaciones, trabajando con valor y ahínco el cerne de ti mismo.
Camilo.
Psicografia de Raúl Teixeira.
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CIENTÍFICOS RUSOS BUSCAN CONTACTOS CON OTROS MUNDOS
Confirma la ciencia la teoría espírita de la pluralidad de los mundos habitados - Informaciones de la Agencia Tass
La doctrina espírita de la pluralidad de los mundos habitados, establecida en el “Libro de los Espíritus”, de Allan Kardec, y posteriormente desarrolladas en las obras de la Codificación Doctrinaria, así como en la famosa obra de Camille Flammarion al respecto, ya tiene hoy la aprobación de la ciencia astronómica. No se trata de una suposición más, de un sueño, o de una simple deducción lógica. Las pruebas de la existencia de vida en otros planetas se acumularon de tal manera, que los grandes centros científicos del mundo ya disponen de laboratorios especiales de astrobiología, o sea, de una nueva rama de la biología, dedicada al estudio de las formas de vida en los planetas. Rusia y Estados Unidos son los países que están en la vanguardia de esa investigación.
Sin embargo, las criaturas obstinadas, continúan dudando de la existencia de vida superior en los demás planetas, como si nuestro pequeñito grano de arena, perdido en la inmensidad, fuera el único punto cósmico favorecido por la inteligencia. Mientras no vean a un extraterrestre descender a la Tierra, pisar nuestro suelo y hablar con nosotros, sostendrán que sólo existen vegetales y animales en la inmensidad cósmica. Esto me hace acordar una frase de Monteiro Lobato: “Somos como el gusano de la guayaba que negaba la existencia de otros bichos en los demás frutos de la guayabera”.
No obstante, la propia ciencia soviética, tan orgullosa de su “superioridad materialista”, ya reconoce la posibilidad, y más que eso, acepta los indicios de la existencia de vida humana fuera de la Tierra, y va más lejos, buscando establecer contacto con otros mundos habitados.
A mediados de septiembre último, la Agencia Tass transmitió desde Moscú, una importante noticia acerca de ese esfuerzo de la ciencia soviética, noticia que fue retransmitida por la France Press y publicada en toda nuestra prensa diaria. Decía nada menos que esto: los físicos rusos, Wladimir Kotelnikov, Vassili Troizly y Vladimir Siforov propusieron la construcción de una potente emisora radiofónica para exploración cósmica, con la finalidad de entrar en contacto con civilizaciones extraterrestres. Según esos físicos, existen emisoras cósmicas irradiando hacia la Tierra, con la espantosa potencia de un millón de kilowatios. Acentúa la noticia: “Creen ellos que, explorando sistemáticamente durante un año, cada sector del cielo, podrán captar señales de hombres de otros planetas, hasta una distancia comprendida entre quinientos a mil años luz”.
El establecimiento de ese contacto, y de otras formas de contacto que fatalmente vendrán, probará al hombre de la tierra, - “ese bicho de la tierra, tan pequeño”, según la expresión de Camóes, – aquello que el Espiritismo viene afirmando hace más de un siglo, o sea: que nuestra pobre humanidad terrena es sólo un grupito de la inmensa Humanidad Cósmica. Esto podrá herir el orgullo fútil dealgunas personas, que creen ser muy importantes en el orden de las cosas, pero también ayudará a la humildad de los que saben, como Sócrates, que el verdadero sabio es aquel que “sabe que nada sabe”. ¡Y aún hay tanta gente agitando día y noche contra el Espiritismo, defendiendo principios sectarios o prejuicios absurdos, consecuencia de la ceguera y de la vanidad de aquellos bichos de la guayaba, que confirman la expresión camoniana!
Buda y el tigre
Concluyendo la reciente concentración de Juventudes Espíritas, realizada en esta capital, un orador discurrió largamente sobre la ley de causa-y-efecto, y afirmó, en cierto momento: “Podemos recordar encarnaciones pasadas, como Buda que se acordaba de haber sido un tigre”. Eso causó extrañeza, pero el orador indicó la fuente de la información, que es el libro famoso de Edwin Arnold, “La Luz de Asia”. Toda la charla, de hecho, denunciaba orientación esotérica, en la línea del pensamiento oriental, y no la orientación espírita. Realmente, en el capítulo segundo del libro referido, Buda declara: “Me acuerdo, remontando miríadas de años, de la época en que vagaba entre las montañas del Himalaya, cubiertas de florestas, siendo un tigre hambriento, de piel rayada”. Pero esa interpretación del proceso reencarnatorio no concuerda con los principios espíritas, según los cuales la reencarnación sólo entra en el plan de la conciencia con la individualización humana. Esa y otras afirmaciones del orador hacen acordar la necesidad de mayor estudio de la Doctrina Espírita, particularmente por parte de los que hablan en público, a fin de no lanzar confusiones en el medio doctrinario.

J. HERCULANO PIRES- Traducción de Mari Carmen-España.
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