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martes, 3 de febrero de 2015

Prácticas mediúmnicas en el hogar

REALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICAS MEDIUMNICAS EN EL HOGAR
Lo que realmente atrae a los buenos espíritus es la conducta moral y la armonía psíquica de las personas, independientemente de los lugares donde se practiquen las sesiones mediúmnicos. . Sin embargo, no es muy conveniente realizar trabajos mediúmnicos en hogares familiares que resultan, en cambio, propicios para las reuniones de estudio y practica del evangelio o doctrinarios espiritas, y para intercambio con los espíritus benefactores y esclarecidos. Las vibraciones de la oración y los temas sublimes del evangelio de Jesucristo son balsámicos y reconfortantes, beneficiando a los desencarnados afligidos y perturbados, que comparecen bajo el control  de entidades superiores.

 Respaldados por los temas evangélicos, los trabajaos mediúmnicos que se realizan en los hogares, son del gusto de los buenos espíritus que contribuyen con su influencia a la armonía y entendimiento cristiano de sus moradores. Los miasmas psíquicos que penetran durante el día en el hogar, atraídos por los disturbios familiares, se desintegran bajo el impacto poderoso de la oración y la fuerza crística que se desprende del culto a las enseñanzas de Jesucristo.

Las sesiones espiritas en el hogar doméstico, siempre que se orienten según la palabra del Sublime Maestro resultan extraordinarios recursos de adoctrinación espiritual para los espíritus infelices y perturbados, aunque no puedan “hablar” a través del médium.

Estos trabajos benefician enormemente a los desencarnados parientes de la familia donde se hacen las sesiones, ya que no hay mejor ambiente para ellos, que la morada física  que tuvieron antes de desencarnar.  No siempre es conveniente promover el desarrollo de los médiums, el tratamiento de los obsesos y el intercambio con los grupos de entidades equivocadas o vengativas. Los niños principalmente, son los más sensibles a los fluidos mórbidos, deletéreos o agresivos que los espíritus sufrientes y perturbados diseminan en el ambiente doméstico, después  del intercambio mediúmnico.

Esos niños se vuelven apáticos, impertinentes o temerosos, pues su periespiritu, bastante alejado del cuerpo físico, sufre con gran violencia los impactos mórbidos del mundo astral. Por supuesto que también los niños tienen protectores espirituales que los vigilan desde el Más Allá de día y de noche. A pesar de esto, no es conveniente, sobre cargar el trabajo de vigilancia de los guías ante la necesidad de tener que contrarrestar el efecto nocivo de los fluidos repulsivos o enfermos de los espíritus perturbados sobre el niño. Las postraciones, los aflojamientos musculares y las perturbaciones  hepáticas, muy comunes en los niños no siempre se deben a los fluidos nocivos de los encarnados. Muchas veces obedecen  a la absorción del fluido pernicioso que perdura en el ambiente doméstico después de una sesión agitada y mórbida, durante la cual se comunicaron almas sufrientes desatinadas o rebeldes. A pesar del esfuerzo abnegado  de los guías por disolver a tiempo los coágulos fluídicas que  a veces permanecen a la altura del cerebelo, de la región cardiaca o de la hepato-intestinal de los niños, la índole sutil de las vibraciones, les impide ejercer una eficaz acción directa. Entonces recurren a la intuición, aconsejando a los encarnados que utilicen los pases “corta fluidos” que los entendidos conocen.
Después de la sesión mediúmnica de adoctrinamiento a los espíritus sufrientes o rebeldes, los fluidos mórbidos quedan flotando en el aire por algún tiempo, hasta ser disueltos por la presencia  física de la misma familia o por los espíritus guías y amigos del otro lado. Tan importante es el higienizar, previamente el lugar donde actuaran los espíritus superiores, también es importante, higienizar el lugar donde se ha mantenido el trabajo angustioso de contacto con espíritus de baja vibración para que los fluidos y miasmas residuales no enfermen a los moradores del hogar.

Así como el amor, la ternura, la humildad y la pureza, emiten ondas y fluidos que embalsaman el ambiente, y alivian y curan a los individuos, el odio, la ira, el sufrimiento y la desesperación, lanzan dardos que mortifican y abaten  a quienes son vulnerables en sus defensas magnéticas.  Después de lo trabajos  evangélicos en el hogar, se crea un ambiente saturado de emanaciones balsámicas que alimentan  los buenos propósitos y las ideas afines de sus moradores. Por el contrario, después de la comunicación con espíritus sufrientes p rebeldes, quedan en el ambiente los residuos fluídicas de las deletéreas y mórbidas explosiones desatadas durante dicho intercambio mediúmnico.

Los hogares donde no hay verdadera armonía espiritual, son los menos adecuados para sesiones mediúmnicos de intercambio con espíritus sufrientes, puesto que resulta  más difícil disolver los malos  fluidos que están dispersos en el ambiente al igual que no invitamos a nuestra casa a los malhechores y a la gente de mal vivir, tampoco conviene  atraer al propio hogar a entidades malhechoras, vengativas o capciosas para su adoctrinamiento.

Esto no quiere decir que el adoctrinamiento a los espíritus perturbados solo sea realizado en los centros, si Francisco de Asís  realizara sesiones espiritas en su casa  las advertencias no serian para él. Allan Kardec realizó innumerables sesiones mediúmnicos en su residencia, sin jamás haber sufrido influencias indignas, o trastornos en su equilibrada personalidad. La conducta, el sentimiento y la franqueza de las acciones de Kardec imponían respeto y temor  a los verdaderos genios de la sombras; pero tales defensas morales son poco frecuentes en los miembros de las familias comunes.

Esta advertencia de nada sirve en el caso de los hogares donde habitan obsesos o médium perturbados, puesto que existe un permanente desequilibrio provocado por la presencia constante  de almas infelices o vengativas.

Hay trabajos  domésticos donde se consiguen la conversión de espíritus terriblemente enfermos; pero se trata de sesiones en las que sus miembros son asistidos de modo permanente y poderoso, desde lo Alto, por espíritus superiores que los inmunizan contra los ataques del astral inferior y el toxico de los fluidos enfermizos.

Los médiums bien desarrollados y preparados para cumplir determinados trabajos propuestos por lo Alto, no deben empañar su cometido prestándose a los intereses exclusivos  de alguna familia  determinada, que los explota como si fueran rica veta de oro.

Algunos médiums imprudentes son serviciales y acuden solícitos a participar de las sesiones realizadas en la casa del famoso académico, del político prestigioso, o del militar de alta graduación, agotándose en el esfuerzo por demostrar la supervivencia del alma ante una audiencia escéptica y maliciosa que lo pone a prueba con burlas y dudas.

Estos médiums, lamentablemente, se dejan dominar por un complejo mesiánico,  y desperdician sus energías en el afán por convencer de que el espíritu es inmortal,  a los amantes del mundo del Cesar e indiferentes al reino de Cristo, restando, en cambio su concurso, a las tareas de esclarecimiento espiritual a los hermanos más modestos. Son capaces de hacer frente a todos los impedimentos para atender a las indagaciones particulares  y capciosas de los ricos curiosos, y cuando la ocasión lo permite  y les favorece la tarea para  ir a ayudar y esclarecer a los pobres y modestos con pretextos y excusas desdeñan hacerlo.

  El médium que realmente se dedica a los objetivos fundamentales de la doctrina espirita, no debe distinguir en la ayuda espiritual,  al soldado del general, al pobre del rico, al analfabeto del sabio, la prostituta de la dama de la sociedad, al delincuente del buen ciudadano.

El trabajo mediúmnico en el hogar puede transformarse en una etapa de progreso espiritual para la propia familia, además de un recursos doctrinario bastante eficiente para los parientes  desencarnados. Más el servicio con Cristo  exige al médium, su acción provechosa en el mundo profano, cooperando con el medicamento,  el pase, el agua fluidificada y el bienestar espiritual, a la elevación  de las personas que realmente buscan la paz espiritual y el conocimiento de sí mismas.

 La relaciones con los Espíritu inferiores exigen cierta seguridad de ideas, tacto, y firmeza. Todos los  hombres no son aptos para obtener de estas relaciones los buenos efectos que son de esperar. Hay que poseer una verdadera superioridad moral para dominar a estos espíritus, reprimir sus desvíos y dirigirles por el buen camino. Esta superioridad solo se adquiere con una vida exenta de pasiones materiales. En este caso, los fluidos purificados del evocador dominan cómodamente a los fluidos  de los Espíritus atrasados.

El estudio de los fenómenos espiritas y las  realizaciones con el mundo invisible presentan  muchas dificultades, y a veces hasta peligros, para el hombre ignorante y frívolo que se preocupa  poco de la parte moral de la cuestión. El que penetra bruscamente  en el contacto con lo invisible, sin conocimientos, y se entrega sin precaución a las manifestaciones, se encuentra desde el principio en contacto con millares de seres y sin ningún medio de comprobar sus acciones y sus palabras.

Por eso el estudio de la codificación Espirita y el fiel  cumplimientos de los requisitos que requiere una sesión mediúmnica y que se especifica muy claro en el libro de los médiums permitirá a los médiums un ejercicio fructífero para auxilio de las almas que necesitan ayuda y esclarecimiento en ambos lados de la vida.

  Merchita
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Saludo matinal

Queridos amigos, hola buenos días, a todos cuando hablamos y contamos algunas cosas nos gusta que nos comprendan, es algo que nos deja tranquilos, porque cuando observamos que malinterpretan nuestras palabras, o las malinterpretamos, solemos sacar conclusiones que afectan la armonía y el buen equilibrio emocional.
Es como si llegásemos a una ciudad y nos hablasen en un idioma que no conocemos, nos alteramos, sobre todo cuando necesitamos comunicar algo, importante y observamos que no nos entienden.
Igual sucede cuando nos dicen alguna cosa que nos duele, y afecta nuestra armonía emocional, solemos la mayoría de las veces despotricar, porque queremos hacer prevalecer nuestras razones, sin pararnos a observar al compañero que quizás habla sin saber que nos está causando contrariedad.
La comprensión es un don espiritual que todos tenemos  y que varía mucho en función del modo como asimilamos las cosas. Varía en razón de la evolución espiritual de cada criatura.  Hay dos modos de comprender: el primero, es comprender  y no practicar; el segundo es capacitarse y vivir  lo que ya aprendió  por las facultades del discernimiento.
En todos los acontecimientos que la vida nos presenta, podemos  avalar  cada vez mejor  nuestras condiciones  espirituales ante la sociedad, siendo de sentido común que no debemos criticar a los otros con la esperanza  de  alcanzar  los lugares  que ellos ya consiguieron por meritos. Compete a cada uno  conquistar  su propio ambiente y su propia posición  entre los que viajan  a su lado, sin el timbre  de la vanidad  ni el barullo del orgullo. Debes atender tu posición con humildad  y acatamiento con respeto y honestidad, porque no es desmereciendo a tus semejantes que alcanzarás la verdadera honra. La escuela  de Cristo es bien diferente de las escuelas del mundo.
El mundo enseña el egoísmo; Jesús, el desprendimiento  con discernimiento.
El mundo enseña el orgullo de raza; Jesús, el amor a todas las criaturas.
El mundo se limita a enseñar el amor en familia; Jesús  enseña el amor universal.
El mundo instruye  para que aprendamos la sabiduría exterior; Jesús nos advierte sobre los conocimientos internos.
El mundo nos enseña el revide de las ofensas para salvaguardar la hora; Jesús nos muestra, con ejemplos de Su vida, el perdón al que nos ofende y calumnian.
El mundo nos cubre de glorias cuando matamos; Jesús nos conduce para la paz de conciencia cuando preservamos las vidas.
El mundo nos enseña a conquistar los bienes materiales; Jesús nos muestra los valores de los tesoros imperecibles del espíritu.
Es en los primeros toques de grandeza del Maestro, en los que podemos valuar  y seguir, y los caminos que puedes escoger: el de Jesús o el del mundo.
Aquel que comprende mejor el futuro del alma vive en el mundo, más no se olvida  de vivir con Jesús  en el corazón, porque El ayuda  a seguir  lo mejor.  Cristo no vino al mundo fuera de la época, como dicen muchos de los que ignoran los verdaderos objetivos de las enseñanzas del Señor. El descendió a la Tierra en la nave del Amor, en el momento cierto y en la hora preestablecida por Dios, en socorro a la humanidad sufridora, para consolar,  curar y salvar a las criaturas dando condiciones a cada uno de salvarse a si mismo, cumpliendo las escrituras inspiradas por El mismo, en el comando del progreso del planeta.
Debes asimilar, cuanto puedas, lo que se refiere al Evangelio de Nuestro  Señor Jesucristo. El es el código  divino de la esperanza en ascensión, pues solamente el extingue  de las nociones  el odio, la usura, el egoísmo, y establece la confianza reciproca  entre todos  los pueblos de la Tierra.
El Evangelio nos ayuda a comprender mejor a nuestros hermanos, para que podamos vivir en la eterna paz de la conciencia, sin perjudicar a los que procuran esos mismos caminos con destino al paraíso interno, donde reina la felicidad.
- Merche-
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¿ Los actos cometidos en el mundo espiritual están ligadas a la ley de Causa y Efecto?

Esta ley regula los hechos y acontecimientos que nos sobrevienen en la vida física, dando una guía a la evolución en los mundos físicos por medio de la reencarnación. Es de hacer notar que esta ley a la que se refiere la palabra “karma”, no es sinónimo de sufrimiento, sino que supone la grabación psíquica de las acciones humanas en su propio espíritu en el que acumula su bagaje de virtudes, defectos, deudas, méritos y todo el conjunto de tendencias que constituyen su personalidad humana.
En el plano espiritual los Seres corrigen sus miras y sienten lo que les falta para proseguir o completar su progreso evolutivo y ser mas felices, y esto es lo que les crea el impulso de volver a la vida física tantas veces como sea necesario para su logro, pero en el mundo espiritual no se crean causas que tengan una repercusión física y que por tanto se deban saldar aquí.
Cuando en los planos espirituales inferiores un Ser actúa negativamente, es en ese propio plano o mundo en donde es corregido o sancionado, de modo que a este mundo solo viene con las cosas pendientes de reequilibrar o de aprender aquí, debido a que sus causas se originaron aquí y para alcanzar el grado de felicidad anhelada en el mundo espiritual, intuyen o saben que estas experiencias en la vida física, por desagradables que les sean a nivel humano, les son totalmente necesarias.
También en los planos espirituales se pueden recoger, al menos en parte, los efectos de causas que se generaron cuando estaban encarnados en mundos físicos como la Tierra. ¿ En qué consistiría esa corrección o sanción? : Precisamente el espíritu que actúa negativamente en el plano espiritual lo hace en un plano de baja vibración psíquica, lo cual les origina cierta oscuridad espiritual y sufrimiento, pero no son abandonados a su suerte, aunque hay casos donde lo son temporalmente como necesaria lección, porque finalmente siempre existen espíritus protectores y misioneros, que regularmente acceden a su entorno vibratorio para aconsejarles el camino de la rectificación y proceder a su rescate cuando se muestren preparados para ello. A partir de esto, Dios permite la libertad de su decisión ante el sufrimiento de su estado y las indicaciones de estos Espíritus que tratan de auxiliarles pero sin forzar nunca su voluntad.

- Jose Luis Martín-

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Soporta tu Karma, cualquiera que sea, con ánimo alegre, considerando como un honor el sufrimiento que sobrevenga, porque ello hará que los Regentes del Karma te juzguen digno de su ayuda. Por duro que sea, agradece que no haya sido peor”.
- Krishnamurti-

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