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jueves, 27 de enero de 2011

¿El Espíritu también duerme?

¿ El Espíritu duerme durante el sueño profundo de la persona?

Como bien sabemos, el cuerpo necesita reposo, pero no así el espíritu con su ímpetu de actividad constante. Cuando dormimos transitamos por el Más Allá
Normalmente el Espíritu con su Cuerpo Astral, se separa y se libera parcialmente del cuerpo físico mientras este se encuentra bajo un estado de sueño profundo, y entonces queda libre para visitar el mundo espiritual . Lo mismo suele suceder durante el estado de coma.

Durante su “visita” por el mundo espiritual, transmite a menudo las impresiones de sus vivencias astrales al cerebro, mientras este reordena y clasifica las informaciones almacenadas durante la vigilia ; de este modo experimentamos esas ensoñaciones a veces tan abstractas o absurdas que solemos recordar en el momento de despertar, y que después inmediatamente olvidamos.

Hay que señalar que los sueños, o mejor dicho, las ensoñaciones, no son siempre recuerdos de nuestras actividades en el plano espiritual a donde accede el Espíritu. Así se pueden diferenciar tres clases de sueño: el Fisiológico, el Psicológico y el Espiritual.

En el sueño fisiológico el cuerpo transmite sensaciones al cerebro y es vivido a veces de modo dramático: por ejemplo, quien tiene frío mientras duerme y aún encima se destapa, posiblemente sueñe con un helado ambiente de hielo o nieve, y nos sentimos tiritar de frío; o el caso de personas con incontinencia urinaria, que se enteran de que su sueño solo era un sueño, cuando despiertan con la cama mojada.

El sueño psicológico expresa nuestros estados mas íntimos. Así por ejemplo, algo que alguna vez nos preocupó, y después se repite dramáticamente durante el sueño.

Ambos tipos de sueños suelen ser fugaces y mal esbozados, por eso resultan a veces tan absurdos.

Los sueños repetitivos o recurrentes, se viven y reviven repetidamente tras atravesar la persona por situaciones dramáticas o traumatizantes, que quedan grabadas y escondidas en el subconsciente, y durante el sueño afloran una y otra vez, no teniendo ninguna significación mágica o especial de ninguna clase. Esta clase de sueños suelen aparecer como un recuerdo de lo vivido o impresionado en una existencia anterior, por algún motivo importante para su situación espiritual presente. También pueden repetirse como una repetida e insistente transmisión de algún Ser que desde el plano espiritual desea o necesita comunicarnos algo aprovechando esos momentos de la emancipación del alma que sucede durante el sueño.

El sueño espiritual se traduce en vagos recuerdos de las actividades en que se involucran los Seres espirituales mientras dura el sueño psicológico.

A estas actividades del alma durante el sueño, mientras se encuentra en otra dimensión extrafísica, Allan Kardec las llamó “emancipación del alma”. Los sueños espirituales son los más nítidos y claros, aunque a veces muy extraños, y curiosamente se recuerdan en imágenes y escenas con color, sin embargo los otros se viven y recuerdan como en una película en blanco y negro.
La transmisión desde el Plano Espiritual que realiza el Espíritu hacia su cerebro físico, se efectúa gracias al lazo de energía anteriormente señalado, de aspecto luminoso plateado, llamado “Cordón de Plata”. Este lazo energético une al Ser espiritual con el Cuerpo Vital y su Cuerpo físico , y le permite emanciparse del mismo durante el sueño profundo o los estados de coma, transmitiéndole vivencias a través del mismo. Este cordón o lazo de energía astral, le capacita también para poder reincorporarse y regresar inmediatamente a su cuerpo físico al despertar del sueño .

Si el “Cordón de Plata” se rompe o se corta definitivamente, sobreviene la muerte irreversible del cuerpo físico , con la liberación definitiva del Ser.

El aspecto de este cordón luminoso plateado ha sido así descrito por algunos mediums y videntes psíquicos; además curiosamente en el libro del Eclesiastés de la Biblia, aparece este concepto que también es descrito precisamente con este nombre, lo cual nos lleva a considerar que la videncia psíquica o espiritual ya se conocía en la antigüedad.

- Jose Luis -

... porque los sueños, sueños son”
- Calderón de la Barca -