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miércoles, 24 de noviembre de 2010

La rueda de la vida


Autor: ELIZABETH KÜBLER-ROSS


 ¿HAY ALGO DESPUÉS DE LA VIDA?


En nuestras investigaciones, el reverendo Gaines y yo mantuvimos las distancias entre nosotros. no había ningún malentendido, simplemente acordamos no comparar nuestras observaciones hasta que cada uno tuviera veinte casos. Peinamos los pasillos cada uno por su lado. También buscamos fuera del hospital. Hicimos averiguaciones y seguimos las pistas para encontrar enfermos que se ajustaran a nuestros requisitos. Nos limitábamos a pedirles que nos contaran lo que les había ocurrido o lo que habían sentido. Todos estaban tan deseosos de encontrar a alguien interesado en escucharlos, que sus relatos brotaban a raudales.

Cuando finalmente comparamos nuestras notas, nos quedamos atónitos, a la vez que tremendamente entusiasmados, por el material recogido. "Sí, vi a mi padre tan claro como la luz del día", me dijo un paciente. Otra persona le dio las gracias al reverendo Gaines por hacerle la pregunta: "Me alegra tanto poder hablar de eso con alguien. Todas las personas a las que se lo he contado me han tratado como si estuviera loco, y todo fue tan agradable y apacible..." "Volví a ver", contó una mujer que había quedado ciega en un accidente. Pero cuando la reanimaron, perdió nuevamente la vista.

Eso ocurrió mucho antes de que nadie hubiera escrito algo sobre las experiencias de muerte clínica temporal o de la vida después de la muerte; por lo tanto sabíamos que el público en general acogería nuestros hallazgos con escepticismo y franca incredulidad, y quedaríamos en ridículo. Pero hubo un caso que me convenció. Una niña de doce años me dijo que no le había contado la experiencia a su madre. La experiencia fue tan agradable que no tenía ningún deseo de volver de allí. "No quiero contarle a mi madre que existe un hogar más agradable que el nuestro", explicó.

Finalmente le relató a su padre todos los detalles, incluso que su hermano la había abrazado con mucho cariño. Eso sorprendió al padre, que reconoció que en realidad habían tenido otro hijo, de cuya existencia la niña no tenía idea hasta ese momento. El niño había muerto unos meses antes de que ella naciera.

Mientras el reverendo y yo pensábamos qué hacer con nuestros descubrimientos, nuestras vidas siguieron avanzando en direcciones diferentes. Los dos habíamos estado buscando puestos fuera del ambiente sofocante del hospital. El reverendo Gaines se marchó primero. A comienzos de 1970 se hizo cargo de una iglesia de Urbana; también adoptó el nombre africano de Mwalimu Imara. Todo ese tiempo yo había albergado la esperanza de ser yo quien me marchara primero, pero mientras eso no ocurriera tenía que continuar con los seminarios.

Estos no resultaban tan bien sin mi socio, que era un fuera de serie. Lo reemplazó su antiguo jefe, el pastor N. Pero era tal la falta de química entre nosotros dos que un alumno creyó erróneamente que él era el médico y yo la consejera espiritual. Vamos, un desastre.

Yo seguía preparándome para dejar ese trabajo, y finalmente llegó el viernes en que había decidido impartir el último seminario sobre "La muerte y el morir" de mi carrera. Siempre he sido propensa a los extremos. Después del seminario, me acerqué al pastor N., sin saber muy bien cómo decirle que renunciaba. Nos detuvimos ante el ascensor, hablando del seminario que acababa de terminar y de otros asuntos. Cuando él pulsó el botón para llamar el ascensor, decidí aprovechar ese momento para dimitir, antes de que él entrara en el ascensor. Pero ya era demasiado tarde, pues se habían abierto las puertas. Yo me disponía a hablar, cuando repentinamente apareció una mujer entre el ascensor y la espalda del pastor N. Me quedé con la boca abierta. La mujer estaba flotando en el aire, casi transparente, y me sonreía como si nos conociéramos.

- ¡Dios santo! ¿Quién es? —exclamé extrañada.

El pastor N. no tenía idea de lo que ocurría. A juzgar por su expresión, debía de pensar que me estaba volviendo loca.

- Creo que la conozco —dije—. Me está mirando.

- ¿Qué? —preguntó él. Miró a su alrededor y no vio nada—. ¿De qué está hablando?

- Está esperando que usted entre en el ascensor, entonces se me acercará —le expliqué.

Seguramente durante todo ese rato el pastor había estado deseando huir, porque saltó dentro del ascensor como si se tratara de una red de seguridad. Y en cuanto se hubieron cerrado las puertas, la mujer, la aparición, se acercó a mí.

- Doctora Ross, he tenido que volver —me dijo—. ¿Le importaría si fuéramos a su despacho?
Sólo necesito unos minutos.

Mi despacho estaba sólo a unos cuantos metros, pero fue la caminata más rara y perturbadora que había hecho en mi vida. ¿Estaría experimentando un episodio psicótico? Había estado algo estresada, sí, pero no tanto como para ver fantasmas, y mucho menos un fantasma que se detuvo ante mi despacho, abrió la puerta y me hizo pasar primero como si yo fuera la visita. Pero en cuanto cerró la puerta, la reconocí. —¡Señora Schwartz!

¿Señora Schwartz? La señora Schwartz había muerto hacía diez meses y estaba enterrada.
Sin embargo, allí estaba, en mi despacho, a mi lado. Era la misma de siempre, afable y reposada, aunque algo preocupada. Mi estado de ánimo era bastante diferente, tanto que tuve que sentarme para no desmayarme.

- Doctora Ross, he tenido que volver por dos motivos —me dijo claramente—. El primero, para agradecerles a usted y al reverendo Gaines todo lo que han hecho por mí.

Yo toqué mi pluma, los papeles y la taza de café para comprobar si eran reales. Sí, eran tan reales como el sonido de su voz.

- Pero el segundo motivo ha sido para decirle que no renuncie a su trabajo sobre la muerte y la forma de morir. Todavía no.

La señora Schwartz se aproximó al costado de mi escritorio y me dirigió una sonrisa radiante.
Eso me dio un momento para pensar. ¿Era éste un suceso real? ¿Cómo sabía que yo pensaba renunciar?

- ¿Me oye? Su trabajo acaba de empezar —continuó—. Nosotros le ayudaremos.

Aunque me resultaba difícil creer que eso estuviera ocurriendo, no pude evitar decirle: —Sí, la oigo.
De pronto presentí que ella ya conocía mis pensamientos y todo lo que iba a decirle. Decidí pedirle una prueba de que estaba realmente allí; le pasé una hoja de papel y una pluma y le pedí que escribiera una breve nota para el reverendo Gaines. Ella escribió unas palabras de agradecimiento.

- ¿Está satisfecha ahora? —me preguntó.

Francamente, yo no sabía qué era lo que sentía. Pasado un momento la señora Schwartz desapareció. Salí a buscarla por todas partes; no encontré nada. Volví corriendo a mi despacho y estudié detenidamente la nota, tocando el papel, analizando la letra, etcétera. Pero entonces me detuve. ¿Por qué dudarlo? ¿Para qué continuar haciéndome preguntas?

Como he comprendido desde entonces, si la persona no está preparada para las experiencias místicas, nunca va a creer en ellas. Pero si está receptiva, abierta, entonces no sólo las tiene y cree en ellas, sino que alguien puede cogerla y suspenderla en el aire con un pulgar y va a saber que ese alguien es absolutamente real. \

De pronto, lo último que deseaba en el mundo era dejar mi trabajo. Si bien a los pocos meses abandoné el hospital, esa noche me fui a casa llena de energía y entusiasmada ante el futuro. Sabía que la señora Schwartz me había impedido cometer un terrible error. Le envié su nota a Mwalimu, y todavía la tiene, que yo sepa. Durante muchísimo tiempo, él continuó siendo la única persona a quien le había contado lo de ese encuentro. Manny me habría regañado como todos los demás médicos.

Pero Mwalimu era diferente.

Nos elevamos a otro plano. Hasta ese momento habíamos intentado definir la muerte, pero desde entonces nos dedicamos a mirar más allá, hacia una vida futura. Acordamos continuar entrevistando a pacientes y acumulando información sobre la vida después de la muerte. Después de todo, se lo había prometido a la señora Schwartz.

2.012 y los falsos profetas


“¡Según el decir de varios oráculos, el fin del mundo estaría previsto para el 2012! El calendario maya se acaba el 21 de diciembre de 2012, fecha que indica un cambio radical y global a escala mundial. Será el fin del mundo
o el fin de un mundo…

Asistiremos a una actividad excesiva del sol, a
numerosas catástrofes naturales y guerras… La Tierra cambiará el eje y su campo magnético se invertirá, la Tierra se saldrá de su órbita… Los extraterrestres descenderán sobre la Tierra y se llevarán a los mejores de nosotros… Los mayas han profetizado los acontecimientos, Nostradamus igualmente, la Biblia también anuncia el fin del mundo…”
JACQUES PECCATTE-  ( Art. tomado de  Le Journal Spirite, de noviembre-diciembre de 2.009) 
E D I T O R I A L


por
Así pues resurgen las profecías milenaristas entre los aficionados al esoterismo que nos reinventan el fin del mundo o el advenimiento de una nueva era. Los autores son prolijos, y cada uno en su versión anuncia lo mejor o lo peor, según su grado de optimismo o de pesimismo.

Las grandes profecías están de vuelta, a pesar de los repetidos fracasos del pasado y, puesto que el año 2000 no produjo nada de particular, se ha encontrado otra fecha tope cuyo vencimiento habrá que volver a retrasar cuando después del 2012 hayamos comprobado que, ni la transformación radical de la humanidad, ni el fin de un mundo, están inscritos en las cifras.

Algunos seres humanos se complacen jugando con las fechas, como si simples cifras pudieran tener el
menor significado. Soñamos con que los calendarios son diferentes según las civilizaciones y, por ejemplo,la era cristiana sitúa el año cero en el presunto año del nacimiento de Jesús (que por otra parte es inexacto) mientras que el antiguo calendario chino comienza en el 2637 antes de nuestra era. Buscando en el calendario maya se han encontrado nuevas fuentes anunciadoras de predicciones de fechas, que esta vez no corresponden más que a cifras redondas como el año 1000 o el año 2000, una vez llevada la fecha al calendario cristiano.
 la gente a veces queda decepcionada, pero la mayoría de las veces se tranquiliza cuando comprende que el espiritismo es asunto de responsabilidad y libertad, al margen de toda predicción buena o mala. En todo caso, eso significa que el espiritismo no es lo suficientemente conocido por la imagen de lo que es, pues tiene aún la representación indefinida de una nebulosa mística o mágica.
Como último recurso, se buscan fechas más exóticas en otras civilizaciones, olvidando simplemente que las grandes fechas no han sido más que convenciones arbitrarias según los puntos de partida de calendarios que son diferentes según las culturas. Estas fechas son sólo hitos históricos que nos facilitan la vida, así el calendario cristiano nos permite ubicarnos en los períodos de la historia con números de los siglos antes y después de Jesucristo. Pero es muy evidente que si quisiéramos fechar la historia a partir de la aparición de los primeros hombres, tendríamos que contar varios millones de años sin conocer exactamente su comienzo.

Es así, algunos seres humanos siempre han tenido esa necesidad de mezclar la metafísica o la búsqueda espiritual con datos cifrados, astrológicos o numerológicos, como si el mundo y la vida pudieran descifrarse a partir de convenciones aritméticas que nosotros mismos hemos fabricado. Es así como ha vivido el esoterismo, tratando siempre de hacer coincidir el estado intelectual y moral de la humanidad, con cálculos que no tienen ninguna relación con la psicología humana. Y además, el ser humano siempre ha necesitado ser tranquilizado acerca de su porvenir, de allí esa curiosidad por los datos proféticos que estarían inscritos en las conjunciones astrales o en los misterios de los calendarios.
Como espíritas, evidentemente estamos lejos de esas consideraciones esotéricas de otra época, pero todavía necesitamos repetirlo y justificarlo… En efecto, en la percepción común y errónea del espiritismo, la gente siempre hace la amalgama con la magia, la astrología, el ocultismo y todas las variantes del esoterismo. Prueba de ello es que regularmente nos plantean preguntas muy en serio respecto a la inminencia del 2012, como si los espíritas debiéramos estar mejor informados que los demás sobre lo que se ha convertido en una certeza… ¡sí, la certeza de un gran descalabro en el
2012! “Y ustedes, los espíritas, ¿qué precisión adicional nos pueden dar sobre el 2012? ¿Qué predicen los espíritus? Etc.” Se nos hace la pregunta como si se tratara ya de una evidencia para todo el mundo, y sobre todo para nosotros… pues estamos asimilados a un movimiento esotérico como los demás, y naturalmente,pues, deberíamos estar en primera línea en esta esfera de influencia profética.
Cuando damos algunas explicaciones acerca de lo que es el espiritismo y sobre todo acerca de lo que no es,

Por otra parte, algunos malos adeptos del espiritismo mantienen la confusión, lo cual puede comprobarse en varios sites de Internet donde todos los conceptos espíritas, esotéricos y ocultos
Ante sus torpezas existenciales, el ser humano ha necesitado con frecuencia de la magia, la adivinación y la predicción, ya sea para tranquilizarse, o para producir espanto, como en las películas de ciencia ficción.

Si bien el pensamiento mágico ha sido sustituido por el pensamiento racional, no se puede impedir que las viejas creencias resurjan como para expresar una búsqueda espiritual mal definida. El espiritismo había llegado para reconciliar la ciencia y la fe, lo racional y lo irracional, dentro de una complementariedad filosófica donde el corazón se unía a la razón; pero con frecuencia se prefiere distraerse con cuentos de nunca acabar para soñar y espantarse con los grandes misterios.
Sabemos que si la evolución del mundo siempre ha sido caótica, sin duda lo será todavía mucho tiempo más antes de que una sociedad globalizada alcance la armonía deseada. El progreso del género humano no será dominado por grandes fechas, sino por la evolución general en los planos intelectual y moral. De modo más inmediato y sin hacer pronósticos, estamos evidentemente en un momento decisivo en lo que se refiere a las finanzas, la economía, la ecología y la política mundial. Luego de la crisis financiera que ha debilitado los equilibrios mundiales, estamos esperando una nueva situación a sabiendas de que las finanzas y la economía muy bien podrían volver a caer en los extravíos del pasado sin que nadie extraiga la más mínima lección de los hechos recientes. Si la recuperación esperada se cumple sobre las mismas bases con un sistema bancario idéntico, será sólo una reactivación destinada al final a las mismas consecuencias.

Dentro de la perspectiva más optimista, se podría esperar un cambio radical del funcionamiento de las finanzas mundiales por un nuevo sistema económico todavía inédito. Y se podrían situar entonces las transformaciones más importantes a fines del 2012,de modo que los milenaristas se saldrían con la suya diciendo: “¡Vean que ha pasado tal cosa excepcional!”

Si hiciera falta que esta simple hipótesis se convirtiera en realidad, eso no sería de todos modos más que un desarrollo progresivo que se decide en un período de varios años. Y si verdaderamente importara que el año 2012 representara un momento decisivo para la humanidad, sólo sería un azar del calendario. Deseemos pues que a la vista del 2012, sobrevengan cambios significativos, pero es sólo un deseo, desdichadamente muy frágil y que no tiene nada de profético…

En cuanto a los trastornos astronómicos a nivel del sistema solar tal y como se proyectan en estas
predicciones, no tienen como fuente más que la imaginación de algunos iluminados. Y aun cuando hubiera alguna modificación del campo magnético terrestre o alguna erupción solar, esos no serían sino fenómenos conocidos, independientes de la situación espiritual de la humanidad en su conjunto. Se mezcla todo como para dar testimonio de un castigo divino que se traduciría en cataclismos, con el salvamento por los extraterrestres de los humanos más meritorios como premio…

Olvidemos pues todos estos cuentos fantásticos,dejemos la ficción a las creaciones literarias y al séptimo arte, y volvamos a los valores que hacen nuestra filosofía.

A pesar de los tormentos de una humanidad en busca de sentido, dirijamos todas nuestras esperanzas a un futuro por construir. El espiritismo deberá encontrar allí su lugar, continuando su lucha dentro de su participación en el mundo por medio de la oración, la acción del pensamiento, la toma de conciencia y la enseñanza de sus principios capaces de conducir a la humanidad hacia otros horizontes.



LA NECESIDAD DE ADIVINACIÓN

son mezclados alegremente sin distinción, con una total ignorancia de los principios fundamentales de la filosofía espírita.