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martes, 16 de noviembre de 2010

Depresión, inmadurez psicológica

María de Nazaret
Inmadurez psicológica

Muchos admiran que en la Tierra haya tanta maldad y tantas pasiones groseras, tantas miserias y enfermedades de toda naturaleza, y de ahí concluyen, que la especie humana es una cosa bien triste.

Ese juicio proviene del estrecho punto de vista, en el cual se colocan los que lo emiten y que les da una falsa idea del conjunto.

Se debe considerar que en la Tierra, no está toda la Humanidad, sino apenas una pequeña fracción de esta.

En efecto, la especie humana abarca a todos los seres dotados de razón, que pueblan las innumerables orbes del Universo.

En  una síntesis   de la enseñanza del Espiritismo, ya se puede ver que la vida no está toda en La Tierra y que la pluralidad de mundos habitados, es uno de los principios básicos de esta Doctrina.

Pues bien. Con la Doctrina de los Espíritus, aprendemos que, si tomamos como referencia a la Tierra, se puede decir que hay mundos inferiores y mundos superiores a ella, y que nuestro planeta es habitado, en su gran mayoría, por espíritus muy cercanos a la animalidad ancestral.

La angelitud o la plenitud espiritual están aún muy distantes de un importante porcentaje de los espíritus vinculados al Orbe.

Consonante con una de las clasificaciones de la ciencia psicológica, podemos decir que la mayoría de la humanidad está compuesta por criaturas que, por ahora, se encuentran en el estadio de la llamada conciencia del sueño.

Son, en el decir de Juana de Ángelis, los hombres fisiológicos, viviendo exclusivamente para la atención de las necesidades orgánicas.

Según otra definición, son criaturas subdiafragmáticas o sea, criaturas que tienen como objetivo, tan solo la atención de las necesidades del estómago y del sexo.

Por lo expuesto, se percibe que la humanidad vinculada a La Tierra, está compuesta de seres sin una gran estructura psicológica, y son en consecuencia, seres inmediatistas y o utilitaristas, viviendo para las necesidades orgánicas/materiales del hoy y del ahora sin ninguna o poca reflexión filosófico-religiosa, desatentas de las características espirituales de la vida, sin ocuparse con el aspecto inmortal del alma, consecuentemente, sin valores morales y espirituales para enfrentar las variadas situaciones.

Debido a su inmadurez psicológica, la criatura se tornará egoísta y al ser egoísta, se convertirá en una persona exigente, ingrata y rebelde, sobre todo cuando es contrariada en sus pasiones infantiles. Actuar., pues, de forma semejante a los niños caprichosos.

Con tal comportamiento, las enfermedades psicológicas se instalarán por fuerza de las consecuencias.

El inmaduro psicológico es alguien que presenta una gran preocupación con la máscara de la virtud, ocultando por medio de la apariencia barnizada, la realidad íntima.

Se comporta de manera desequilibrada y excéntrica, y además es inestable.

Dominado por esa inestabilidad, el inmaduro presenta un comportamiento alternado, en el cual el júbilo y la tristeza, la confianza y la sospecha, el amor y la animosidad se confunden... y por eso elabora estados de inestabilidad, de desdicha, que lo conducirán a enfermedades emocionales que son somatizadas, reapareciendo en el área orgánica con carácter destructor.

Así  sucede con los inmaduros psicológicos
Sin resistencias morales para enfrentar las vicisitudes naturales del proceso evolutivo, tales personas se dejan consumir por la rebeldía, o sucumben bajo el peso de la depresión y de la amargura.

Izaias Claro
Traducción: Juan Antonio Durante
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta  

La mediumnidad y el fenómeno disociable de identidad

  Kim Noble, una artista plástica inglesa, que carga 20 personalidades diferentes en su “cerebro” demuestra por qué el desorden disociable de identidad (DDI) confunde y fascina médicos y psicólogos hace varios años. Para los estudiosos, el disturbio de las múltiples personalidades (DMP)  es un mecanismo de defensa por medio del cual una persona crea personalidades alternativas para enfrentar situaciones que, originalmente, no serian soportadas. Existen estudios de personas que presentan dos, y hasta ciento de personalidades diferentes.  Kim fue internada, varias veces, en hospitales psiquiátricos, experimentando diversos medicamentos y, en muchas ocasiones, fue diagnosticada como esquizofrénica  razón por la cual era tratada con antisépticos. Hace cuatro años, una asistente social sugirió a Kim que comenzase a pintar. Fue como si una puerta se hubiese abierto en su cerebro.
Ella paso a conocer sus veinte alteres  por el estilo artístico de cada uno. Noble sufre “apagones” de memoria, durante tres o cuatro horas, todos los días, y otra persona asume el comando de su cuerpo. Después de un trance, (“apagón”), Kim ve una pintura nueva o alteraciones en un cuadro que ya había comenzado a pintar y es capaz de decir quien estuvo por allí. Al ser preguntada sobre Bonnie, uno de los alteres, responde que está pesarosa porque hace tiempo que ella no “aparece”. Sin embargo, algunas veces. Alguno de los alteres causa incómodos. “Dentro de Kim” hay Judy, una típica adolescente de 15 años. Más allá de las pinturas, consigue transmitir mensajes por medio de tarjetas y recados verbales.
El trastorno disociativo de identidad es una condición mental donde un único individuo demuestra característica de dos o más personalidades o de identidad distinta, cada una con su manera de percibir y actuar con el medio. El disturbio es un campo de investigación lleno de controversias instigantes para la comprensión del complejo funcionamiento de la mente humana. El fenómeno, aun, es mal comprendido por la ciencia. Especialistas afirman que el disturbio es, generalmente, desencadenado por un trauma recurrente ocurrido en la infancia, principalmente el abuso sexual. Es curioso que muchos especialistas acreditan que la DDI no existe, pues la literatura médica sobre el tema es poco fiable. Hay médicos y psicólogos que acreditan que el disturbio no es genuino- no pasará de fingimiento de alguien con una memoria muy buena. Otros creen que la DDI es, en verdad, un estado semejante al hipnótico, en el cual las personas se comportan de manera como halla, se deberían comportar.
Especialistas analizan el disturbio de las múltiples personalidades del punto de vista biológico. Para tales profesionales, o stress traumático afecta la química del cerebro. A pesar de ser clasificado como “trastorno mental”, la condición no tiene relación con la esquizofrenia, al contrario de lo que acredita la mayoría de las personas. La gran mayoría de los estudiosos no explica la epilepsia, los desordenes genéticos y los desequilibrios neuroquímicos. Otros apelan para la idea de personas demoniaca [en un pasado, no tan remoto, tal justificaba sería perfectamente razonable]. En esa época, teólogos elaboran “rituales sociales”, presentando bases que parecían validar la sugestión de la posesión demoniaca. En el contexto socio cognitivo, esas creencias eran tomadas por “correctas” y reforzadas por la tradición.
El tema se torna más relevante en Brasil, donde poseemos diversas religiones que enfatizan los trances: espiritas, afro brasileños, evangélicos pentecostés y católicos carismáticos. Más allá del valor cognitivo de estudiar y comprender mejor esa milenaria vivencia disociativo, se debe resaltar las implicaciones clínicas. Se hace menester la realización de un adecuado diagnostico diferencial de esas vivencias consideradas mediúmnicas, buscando distinguir cuando se trata de una vivencia religiosa no patológica de las situaciones en que son manifestaciones de psicopatología disociativo o psicótica. Brasil, en el comienzo del siglo, asistió a innumerables interpretaciones de la mediúmnidad, también relacionadas a disposición, sin embargo, descontextualizando tales experiencias de sus aspectos culturales. La mediúmnidad fue descrita, casi invariablemente, como señal de psicopatología. Los análisis hechos en la mediúmnidad, apenas raramente, fueron realizados por pesquisidores con formación psicológica.
Hay tendencia, antigua y actual, en interpretar el fenómeno de la mediúmnidad como un estado disociativo. En el contexto de la mediúmnidad, se discuten las diferencias conceptuales entre “trance”, “posesión” y “trance de posesión”, sustentando que la “posesión” no envuelve un “trance” u otra alteración de conciencia, más una dolencia pretensiosamente causada por la introducción de espíritus malévolos en la mente y en el cuerpo de alguien.
En el “trance de posesión”, habrá una alteración de conciencia inducida por espíritus, durante el cual el comportamiento y el habla de las entidades poseedoras podrán ser observadas. Algunas veces, las entidades serian benevolentes (como en el caso de los médiums que “incorporan” sus “espíritus guías”) y, en otras veces, inoportunas (como en el caso de espíritus malévolos o entidades nocivas que hablan y actúan por el cuerpo de los médiums).el investigador Bourguignon utilizó el término “trance” para referirse a los estados alterados de conciencia inducidos que no están relacionados a las ideas culturales de posesión.
Hagamos algunos análisis desde el punto de vista psicológico del fenómeno “mediúmnidad” que, completa o no, constituyen importantes contribuciones a a las que debemos hacer referencia. La investigación científica de los médiums y de la mediúmnidad tuvo su inicio organizado en 1882, con la fundación de la Society for Psychical Research, en Londres. De entre los miembros de la Society figuraban personalidades que serian conocidas como las fundadoras de la Psicología moderna, como Sigmund Freud, Carl Gustav Jung e William James. Las investigaciones realizadas por los miembros de la Society estuvieron menos ligadas a los análisis psicológicos de los médiums de lo que la tentativa de constatación de los supuestos hechos mediúmnicos, como la capacidad de provocar alteraciones físicas en el ambiente (descolocamiento de objetos) y la capacidad de comunicarse con los espíritus de personas fallecidas.

A pesar de ser criticados por provocar sus efectos por medio de fraude, los médiums también merecieron análisis menos desacreditados. En ese particular, la mayoría de los miembros de la Society concordaría, con William James: “Lo que quiero atestiguar inmediatamente para seguir es la presencia en el medio de todos los ingredientes de la farsa de un conocimiento verdaderamente súper anormal. Entiendo tal conocimiento, siendo aquel cuyo origen no pueda ser atribuida a las fuentes ordinarias de información o sea, a los sentidos del sujeto.
Evoco aquí a Theodore Flournoy, profesor de Psicología en La Universidad de Ginebra, que realizó los primeros análisis psicológicos de los médiums. Flournoy se preocupó, por ejemplo, en inquirir al respecto de la influencia de condiciones fisiológicas y mentales sobre la mediúmnidad y, inversamente, la influencia de la mediúmnidad en la salud orgánica y mental de los médiums; bajo qué circunstancias (si espontáneamente, si durante una sesión espirita…) los médiums descubrieron su mediúmnidad; la importancia de la mediúmnidad para la vida mental, religiosa y moral de los médiums; y los orígenes familiares de la mediúmnidad.
A pesar de tamaño impacto ejercido sobre la humanidad, ella ha sido prácticamente ignorada por los investigadores del área de salud mental. Sin embargo, encontramos Pierre Janet, que tuvo formación en psicología y psiquiatría, a pesar de poco conocido actualmente, más ampliamente reconocido como fundador de las modernas visiones sobre disociación. El estudio de la mediúmnidad y del espiritismo ocupa relevante espacio en su investigación destinada al estudio de las “desagregaciones psicológicas”, pues buscó escrutarlas a partir de sujetos que las presentaban en su más alto grado (médiums). A `pesar de considerar el espiritismo “una de las más curiosas supersticiones de nuestra época” afirma ser este el precursor de la psicología experimental, así como la astronomía y la química comenzar a través de la astrología y de la alquimia.
De los estudiosos, citamos, también, William James que, al lado de Freud, Piaget, Pavlov e Skinner, fue considerado uno de los cinco psicólogos más importantes de todos los tiempos. La investigación de la mediúmnidad recibió especial destaque de James, habiendo realizado, por más de dos décadas, pesquisas con una de las más renombradas médiums del siglo XIX, Leonor Piper. Consideraba la posesión mediúmnica una forma natural de personalidad alternativa en personas, muchas veces, sin cualquier otra señal obvia de problemas mentales.
Introducimos dentro del debate Carl Gustav Jung, pues su interés por la mediúmnidad ya se manifestó en su disertación, publicada en 1902, para la obtención del título médico: “Sobre la Psicología y la Patología de los Fenómenos Llamados Ocultos”. Afirmaba “con absoluta claridad que en todo movimiento espirita había una compulsión inconsciente para hacer que el inconsciente llegase a la conciencia”. Anota dos razones por las cuales “los contenidos inconscientes se manifiesten en la forma de personificaciones (espíritus)” porque esta siempre fue la forma tradicional de compensación inconsciente y porque es difícil probar, con certeza, que no se trate realmente de espíritus. Por otro lado, también dice ser muy difícil, sino imposible, la prueba de que se trate realmente de espíritus.
En  rigor, para James y Jung: la mediúmnidad no es necesariamente patológica; tendría origen en el inconsciente del médium, más no fue excluida la posibilidad de un origen paranormal, inclusive la real comunicación de un espíritu desencarnado y ambos refuerzan la necesidad de mayores estudios, sin embargo en estas anotaciones que es digno de nota es el hecho de la mediúmnidad haber sido objeto de intensas pesquisas que nos llevaron a una teoría única y, aun mismo así, los estudios han sido interrumpidos. En un sentido “kuhniano”, no había, aun, llegado a un paradigma maduro y acertado, consensualmente, por el medio científico. Otro aspecto relevante son las declaraciones de los pesquisidores discutidos, enfatizando la importancia que la investigación y el mejor entendimiento de las vivencias, tenidas como mediúmnicas tiene para la exploración de la mente humana.
La mediúmnidad no es la causa primera de los desequilibrios orgánicos y psicológicos. Ella desempeña papel esencial en el establecimiento de la base experimental de la ciencia espirita y en las actividades de los centros espiritas. Cualquier persona apta para recibir o transmitir comunicaciones de los Espíritus es, por eso mismo, médium, cualquiera que sea el modo impregnado y el grado de desenvolvimiento de la facultad, desde la simple influencia oculta hasta la producción de los más insólitos fenómenos. Se ha visto personas, enteramente, incrédulas quedar espantadas al escribir [mediumnicamente] mal grado, en cuanto que creyentes sinceros no consiguen, lo que prueba que esa facultad especial que ciertas personas poseen para servir de intermediarias entre los Espíritus y los hombres. Ella tiene origen orgánico, es independiente de la condición moral del médium; de sus creencias; y de su desenvolvimiento intelectual. Cuando existe el principio, el germen de una facultad, esta se manifiesta siempre por señales inequívocas.


Jorge Hessen

Reencarnación y Evangelio


  Entrevistando  al escritor espírita Richard Simonetti en una de sus visitas a Aracaju como Periodista, se le hicieron una serie de preguntas que actualmente, son comentadas desde diversos sectores, unos a favor y otros en contra de la reencarnación. Vamos aquí a seguir las respectivas respuestas.

1. ¿ La reencarnación aparece en el Nuevo Testamento?
     
Respuesta: Más que en el viejo. Hay innumerables referencias bastante explícitas.

2.  Se menciona el célebre encuetro de Jesús con Nicodemo para demostrar que Jesús enseñaba la reencarnación. ¿ Sería esta la evidencia mayor?

Respuesta:  Es la más recordada. El problema es que Jesús empleaba un lenguaje simbólico. El analista siempre lo interpreta según las conveniencias de su religión.

3. En qué textos del Evangelio, la reencarnación aparece de forma objetiva?

Respuesta:  En las referencias de Jesús a Juan el Bautista. Según  las tradiciones judaicas, el profeta Elías debería retornar a la Tierra en el advenimiento del Mesías. Sería el precursor aquel que anunciaría su llegada y lo presentaría. Sabemos que Elías reencarnó como Juan Bautista. Jesús se refiere textualmente a eso cuando, preguntado por los discípulos dijo: " Yo, por tanto os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que hicieron con él cuanto quisieron. Así también, el Hijo del Hombre ha de padecer en manos de ellos". (Mateo 17.12). Juan fué decapitado por orden de Herodes.. Eso significaba la conclusión del evangelista, en el versículo siguiente: " Entonces los discípulos comprendieron que les hablaba de Juan el Bautista".

4. La reencarnación aparece en otros pasajes evangélicos?

Respuesta: EnMateo (16:13-14), cuando Jesús pregunta: "¿ Qué dice el pueblo de quién puede ser el hijo del hombre?.
Responden los discípulos: Unos dicen que Juan Bautista, otros que Elías y otros que Jeremías o algún otro de los profetas." Es obvio que los discípulos y el pueblo estaban familiarizados con la idéa de las vidas sucesivas y no cabría  aquella respuesta  ante semejante pregunta  si no admitiesen la reencarnación".

5. Si la reencarnación aparece de forma tan evidente en el Nuevo Testamento, por qué fué proscrita?

Respuesta: A partir  del Siglo IV, cuando por influencia de los Emperadores Constantino y Teodosio, transformaron el cristianismo en la religión oficial del Imperio Romano. Fué en este momento cuando el Evangelio fué alterado en la parte referente a la preexistencia del alma . Esta iglesia se institucionalizó surgiendo así el profesionalismo religioso en nombre de Jesús con las prácticas exteriores del paganismo, hasta hoy. En ese cuadro de ambiciones y privilegios, no había lugar para la reencarnación,  una doctrina que exalta la responsabilidad individual y enseña que nuestro futuro está condicionado por el empeño de renovación individual, y nunca a la simple adhesión a cualquier iglesia. Volveremos después...

João Cabral – ADE-SERGIPE. Jornalista e Radialista. Terapeuta
Transpersonal. Website: www.ade-sergipe. com.br-Publicado no Jornal
CINFORM de Aracaju

La crisis de la muerte

 

Ernesto Bozzano

Los casos que hasta aquí he contado son de difuntos que se encontraron en las diversas regiones, o estados, del plano astral, por la ley de afinidad, gravitan y permanecen, por lo que parece, durante cierto periodo de tiempo más o menos largo, todos los espiritus que vivieron en la Tierra de manera moralmente normal. Me resta narrar algunos casos en que se encuentren narrados los acontecimientos por los que pasan, durante y después de la crisis de la muerte, los Espíritus réprobos, obligados a gravitar, por la ley de afinidad, en las esferas de sufrimiento, correspondiente al infierno de los cristianos; infierno, bien entendido, sin torturas fisicas y donde los sufrimientos morales no serian eternos, sino transitorios. Debo, sin embargo, aclarar que no llegué a encontrar un solo ejemplo de difunto caído en las esferas infernales, que haya venido a transmitir mediúmnicamente la narración de su triste aventura.

El caso, sin embargo, se figura muy explicable, puesto que las relaciones mediumnicas con entidades existentes en las más bajas esferas de sufrimiento, parece que no se verifican con frecuencia; tal vez  incluso  no se verifiquen. Se conocen, así, las condiciones de esas esferas, por las descripciones que numerosas personalidades mediúmnicas han hecho.

Por lo que toca a los Espíritus que se encuentran en las esferas de sufrimiento intermediarias y poco inferiores al plano astral, observaré que algunas de ellas han descrito las vicisitudes de su entrada en el medio espiritual. De entre esos, puede señalarse el caso, ya ahora famoso, del escritor ingles Oscar Wilde, con el que ya me ocupe largamente, en esta revista (marzo y abril de 1926). Otro caso interesante es el de un ingles de familia noble, muerto a consecuencia de un accidente, después de una corta existencia de perversiones, pero  no era naturalmente malo. Este se manifestó sucesivamente por la mediumnidad de Miss Aimee Earle y de Miss Florence Dismore y la historia de esas manifestaciones merece ser resumida.

Miss Aimee Earle es médium psicográfica y clarividente. Cierto día, en que estaba para escuchar un poco de música, que su amiga Florence Dismore tocaba al piano, tuvo la primera visión de un mozo moreno. Al día siguiente, estando las dos amigas  juntas para leer y comentar una lectura espiritualista, Miss Earle vio aparecer al lado el mismo fantasma y entablar conversación con ella. Miss Florence Dismore describió  de la manera siguiente ese primer encuentro:

Comenzó el por interrogarla acerca de las afirmaciones contenidas en el texto que las dos mozas se entretenían en leer y cuyo propósito pondero: ¡Más, yo no estoy muerto, puesto que estoy aquí! – El Espíritu guía de Miss Earle, vigilante, se hallaba también a su lado, conservándose invisible para el otro Espíritu, aconsejo a la médium que no respondiese a las preguntas de este último y continuase leyendo el libro. Ella obedeció y, terminada la lectura, el mozo moreno fue conducido a alguna parte, por sus guías espirituales.

En resumen: los Espíritus guías lo habían traído a la presencia de las dos mediúms, por lo que parece ser, para lograr convencerlo de que había muerto y se hallaba en el mundo espiritual. Comenzaban así su redención que, dotado el como estaba de aptitudes especiales, debía operarse, narrando su historia por aquellas mediúms, a titulo de edificación moral y espiritual, en provecho de los vivos. El no tardó, en efecto, en manifestarse spicograficamente por Miss Earle, comunicándole que tenía la misión de decirle la historia de su vida, lo que pasó luego a hacer. Miss Earle, cuyos días estaban ocupados por sus obligaciones profesionales, reconoció no disponer del tiempo necesario para recibir el dictado metódico de una exposición completa. Por eso, después del recibimiento de los tres primeros mensajes, decidió, de acuerdo con el Espíritu que se comunicaba, que este continuara dictando su historia a Miss Florence Dismore. Fue lo que se hizo, hasta que la exposición se terminó.

Esa obra trae el titulo: The Progression ot Marmaduke. El Espíritu relata en ella su historia mundana, las circunstancias de su muerte, los remordimientos que lo asaltaron después de su fallecimiento, la generosa intervención de un amigo muerto, que él, cuando estaba vivo, ofendió gravementemente, y las consecuencias de su arrepentimiento  le abrieron  el camino de la redención.

Si bien ese Espíritu se demoró poco en tratar la crisis de la muerte, con todo, no habiendo a mi disposición otros casos del mismo genero, me decido a reproducir lo poco que él dice al respecto. Es como empieza su mensaje, dictado a Miss A. Earle.

¡Que de cosas he de olvidar en la nueva existencia! ¡Cuantas! ¡Cuantas! ¿Más, como ha de hacer la criatura para redimirse? Es demasiado tarde para mí. Entretanto, tengo a mí alrededor Espíritus generosos, que me animan, abriéndome el corazón a la esperanza de que un día también para mi se realizara la visión espiritual y audición de las armonías celestes. En todo caso, ya no me siento egoísta y experimento viva simpatía por los otros. Me aplicaron el tratamiento que me convenía: enérgico, más necesario…


Estando yo vivo, un segundo me bastó para darme la muerte. Me hallaba recostado en la montaña en una ladera rocosa. Un bloque se desprendió allí de lo alto y me aplasto la cabeza, tornándome irreconocible el semblante. Me reconocieron únicamente por los papeles que llevaba en mi cartera.

Eso fue obra de un instante. Me vi de un golpe, sumergido en las más profundas tinieblas. Procure, tanteando, caminar a través de la oscuridad. No veía ninguna luz; al rededor. Mortal silencio: era una situación terrorífica. Me parecía, algunas veces, divisar a lo lejos una claridad y percibir sonidos musicales. ¿que significaban estos? Sentía que iba a enloquecer y luchaba contra lo desconocido como un hombre de vueltas con el vacio.

Al final, agotado, caí al suelo, en una crisis espantosa e indescriptible depresión moral. Maldecía a Dios y al género humano. ¡Quería morir y no podía!... ¡Me allé, enseguida, no se como, junto a la montaña rocosa, donde se hallaba extendido mi cuerpo y lo vi! Trate de levantarlo, de resucitar, más me tuve que apartar, repelido por el hedor que se desprendía de él. Me hallaba en un extraño e incoherente estado del alma: no podía comprender donde me encontraba, ni lo que pasaba. Me vino la idea de que estaba loco; después, fui presa de horrenda pesadilla, de la cual precisaba librarme lo más prontamente posible. La idea, de que estaba muerto jamás me acudió al Espíritu.

Ignoro durante cuanto tiempo estuve errante por entre aquellos peñascos. Más, un día, finalmente, mi locura llegó a una fase inesperada: me hallé en un medio familiar, del cual participaba, sin embargo sin conocer a las personas que veía. Como quiera que sea, estaba allá  y no me podía ir. La primera vez, oí música tocada al piano. La segunda, oí la lectura de un libro y las conversaciones que le siguieron después, que me hicieron saber que las dos señoras que allí estaban tenían conocimiento no solo de mi presencia, sino del móvil de mi carácter.

Se trataba de la circunstancia, mencionada antes, en que los guías del mozo moreno, que él, más allá, no percibía, y lo condujeron junto a las dos mediúms.

Escuché atentamente y aprendí que aquellas dos damas acreditaban que el hombre posee un Espíritu, que sobrevive a la muerte del cuerpo. Pensé: ¡Que absurdo! Más, de repente, alguien me esclareció el Espíritu, transmitiéndome la verdad, de cuánto me decía al respecto: ¡Yo entonces estaba muerto! ¿Más, en ese caso, donde me hallaba? ¿Qué había sido de mi? Desde que me convencí de que estaba muerto, las cosas cambiaron. Me vi rodeado de Espíritus que parecían deseosos de asistirme… No podéis haceros una idea de lo que significaba para mí ese cambio. Dije: Estoy confuso y desorientado. ¡Me juzgaba loco, más estoy muerto! Muerto únicamente para el mundo material, de la visión física, de la audición física; más vivo, sin embargo, más que nunca para el mundo espiritual, con una visión y audición espiritual. Tú te encuentras en otro mundo de existencia: es todo. También nosotros tuvimos que pasar por nuestras crisis, antes de acomodarnos en nuestro mundo. Desde que te interesas de las condiciones que te encuentras, empezarás a progresar para la redención…

Con gran sorpresa mía, fuí informado de que esa asamblea de Espíritu se reunía para venir en mi auxilio y que eso se daba por efecto de la solicitación de uno de mis amigos de otros tiempos. Cuan lejos estaba yo de imaginar quien era ese amigo generoso. Me dijeron que me tocaba entrar de nuevo, por algún tiempo, en el medio horrible donde me habían arrojado; mas que un rayo de luz iba a penetrar en las tinieblas que me rodeaban, mientras tanto, desde que un rayo de luz penetra en un alma, nunca más se apaga: ese rayo de luz iba a brillar para mi como estrella de esperanza, que al final me haría guiar para salir de las tinieblas y caminar para la luz.

 Poco después, me hallé en el mismo medio que antes, mas una pálida luz brillaba a mi lado y se torno mi estrella polar. Cuando la contemplaba, poseído de un deseo vivo, más intenso se le tornaba la luminosidad. Se mostraba, ahora a mi derecha, ahora a mi izquierda, sin embargo nunca se apagaba. No me seria posible calcular el tiempo que pase en esas tinieblas, atenuadas por un rayo de esperanzas…

Dudo ahora en proseguir la narrativa de los acontecimientos por lo que paso mi alma.

La magnanimidad de otro – absolutamente digno de Jesús de Nazaret – precipita mi Espíritu en el abismo del remordimiento. Mi iniquidad se yergue ante mi, como un fantasma perseguidor, proclamándome el más miserable de los pecadores. Entre tanto debo continuar, pues mi narración tiene que dar una pálida idea del poder del Amor en el medio espiritual. No existe más que una sola ley: el Amor, que es Perdón; el Perdón, que es Amor. En fin, voy a darme prisa en confesar. ¡Perdóname, pudieras! En cuanto a mi, no puedo. Me siento desfallecer. Aquel que me supo perdonar es el más sublime de los hombres, sin embargo su generosidad me destroza el corazón y la iniquidad de mi falta se levanta, monstruosa, ante mí. ¡El amigo que tenia cuando estaba vivo, que abandone a su destino, que reduje a ser un proscrito de la sociedad, fue quien reunió ese grupo de Espíritus para asistirme!... Vi que esos mismos Espíritus abrían paso a otro espíritu que se dirigía hacia mí, sonriendo. Lo miré atentamente. ¡Era el! ¡Asombroso! ¡El amigo que yo traicioné! Me extendió el brazo. Oculte mi rostro avergonzado, en su pecho, para  sentirme más saturado de sus pensamientos de perdón y piedad… ¡Paro! ¡Paro! Basta por hoy...

Interrumpo aquí, las citaciones, a fin de no salirme del tema que me propuse.

Conforme lo enseña el caso por encima, que concuerda con los otros del mismo genero, los sufrimientos expiatorios, que atañen a los réprobos, serian principalmente, de naturaleza moral; consistirían, primeramente, en todo suerte de recuerdos y de deseos insatisfechos e imposibles de dar satisfacción; después, toda suerte de remordimientos dilacerantes. Parece igualmente que, cuando para un Espíritu reprobó comienza la crisis de los remordimientos, ha dado el primer paso en el camino de su redención. De esta crisis, larga y a veces terrible, no podría, en efecto, quien quiera que sea, eximir al Espíritu, visto que solamente pasando por ella, llega su cuerpo a ser etéreo, lo que nos enseñan los Espíritus – a librarse de los fluidos impuros, de los que se lleno y cargó, fluidos impuros que sobre el se acumularon, a consecuencia de la repercusión vibratoria que sobre su organismo muy delicado ejerció su proceder despreciable o indigno, en el transcurso de la existencia terrestre. Y, del mismo modo que esos fluidos impuros había fatalmente – por virtud de la ley de afinidad – obligado al Espíritu a gravitar para las regiones infernales, también, en consecuencia de la purificación operada por la crisis de los remordimientos, su cuerpo etéreo, tornado más leve, se elevaría y gravitaría, siempre de acuerdo con la ley de afinidad – para la esfera espiritual inmediatamente superior.

En cuanto a los Espíritu réprobos endurecidos en el mal, incapaces de sentir remordimiento, permanecerán en la región infernal, inmersos en tinieblas más o menos profundas, las más de las veces en soledad, muchas veces en compañía de otros Espíritus de la misma categoría, hasta que la hora del arrepentimiento también para ellos suene, y que solo se da después de siglos, según las revelaciones; más que, al final, suena para todos, pues ni los propios Espíritu réprobos están abandonados a si mismos, sin embargo, si, asistidos y socorridos por Espíritus misioneros, propuestos para esa obra.

En el caso que acabamos de tratar, se ve que el Espíritu afirma ignorar el tiempo que estuvo errante  en las tinieblas y en el aislamiento. Hace notar que, en el mundo de los vivos, la misma cosa se da con los pacientes hipnóticos puestos en estado de sonambulismo vigilado, para los cuales el tiempo deja de existir. Por eso es que responden al experimentador, cuando este los despierta al cabo de veinticuatro horas, que durmieron un minuto. En una de mis obras anteriores, referente a los fenómenos de obsesión, cite el caso de un Espíritu obsesante, al cual el Doctor Wickland pregunta en que año supone el estar y que responde: se muy bien que estamos en 1902. Estaba en 1919. Más, el hombre murió en 1902 y errara en las tiniebla durante diecisiete años, juzgando estar en aquella situación solo penas algunos días.


Con relación a la concordancia episódica a señalar en el caso que nos ocupa, consideradas en confrontación con otros casos citados procedentemente, no pueden dejar de ser muy limitadas, por tratarse de entidades de difuntos que se hallan en medios espirituales diferentes. Señalaré, todavía, las concordancias relativas a los detalles fundamentales de costumbre: el Espíritu no tiene conciencia de estar muerto; se allá con forma humana en el mundo espiritual; no percibiendo la presencia de los Espíritus que le son jerárquicamente superiores y que por el velan y lo guían, en su rebeldía.

En cuanto al detalle enteramente capital, concerniente al poder creador del pensamiento en el medio espiritual, anotare que el Espíritu alude eso muchas veces en sus mensajes, acrecentando detalles interesantes, lo que lleva a extraer más algunos pasajes del texto.

Se expresa, asi:

En el mundo espiritual el pensamiento lo es todo – lo que no se da en el mundo espiritual de los vivos- nos comunicamos entre nosotros por el pensamiento, es por la fuerza del pensamiento, combinada con la voluntad, que podremos crear todas las cosas de que tenemos necesidad. Para utilizar esta fuerza del pensamiento, no basta que pensemos en el objeto que deseamos. Es precisa una concentración firme del pensamiento sobre ese objeto, pensando en todos sus detalles. Por ejemplo, si pensáramos en una túnica blanca, podríamos crearla en su más simple forma; sin embargo, si quisiéramos producirla de forma especial, de color especial, con un determinado diseño, precisaremos fijar el pensamiento en cada uno de esos detalles, según la manera por que queremos se presenten en la túnica. Del mismo modo, si quisiéramos crear por el pensamiento una pintura – por ejemplo, la reproducción de un paisaje, debemos concebirlo en el Espíritu con la mayor nitidez. Es por eso que, ejercitándose en las creaciones del pensamiento, los Espíritus llegan a pensar con una nitidez cada vez mayor y concentrar la voluntad con una eficacia siempre más importante. El hecho es muy útil, pues  en el mundo espiritual también hay gran necesidad de pensar con claridad….

Ernesto Bozzano